Este banco chileno esquilmaba legalmente
ANTE PASIVIDAD DE JULIO VELARDE DEL BCRP QUE TIRA PARA LOS BANQUEROS
Cuando en algo más de 25 años se emitió la Ley de Banca y Seguros me era imposible creer que con ello se legalizaba la usura, como privilegio exclusivo del sistema financiero. Desde entonces no hay quien proteja a los usuarios con tasas de más del 100% anual que rigen en los créditos de consumo y disposición de efectivo . Pareciera que no es tema del BCRP y ni de la SBS.
Esto fue una respuesta a la barbaridad que quiso hacer Garcia estatizando todo el sistema financiero en el año 1987 y Dionisio Romeroi, le ganó por goleada.
Ya con Fujimori, este que no sabía ni jota de finanzas, creyó que legalizándole la usura a los banqueros, habría competencia y las tasas serían más accesibles.
Vinieron los Españoles de BBVA y Santander y en vez de eso empezaron a otorgar premios.
Luego Fujimori, a poco del autogolpe, le dio el VB a las AFP´s, las que asimismo por mas de 25 años vienen ganado en paila y todo indica que si no se hace algo como en Chile, eso va a ser una estafa más en la historia financiera del Perú y no habrá culpables.
La falta de conocimiento y entendimiento de lo que es economía y las finanzas es clamoroso en nuestro medio. En mi pase por la TV,por el poco tiempo que otorgaban al programa sobre el tema, la simplificación de lo programado sobre él no ayudaba a hacer entenderla, mas cuando los televidentes tienen poco o ningún interés, en rigor hay una diferencia enorme con un centro de estudios.
Por ejemplo hubo una época que el Banco de Trabajo, que por entonces era chileno, al que denominaba yo mismo el Banco Chamba, cobraba en tres años la tasa efectiva de 600% . Adicionalmente en el otorgamiento del crédito, hacía renunciar al cliente al consiguiente beneficio de excusión y a la posibilidad de prepagar el crédito.
Es decir ante incumplimiento de pago podía ir directamente contra el garante y además no permitían liquidar la deuda en un solo porrazo, tema que me fue imposible hacer entender al conductor del programa de TV antes de salir al aire, por más esfuerzo que hice.
Con tanta presión y en mi afán de hacer entender lo que significaba ese 600% de interés del Banco Chamba, se me ocurrió relacionar el crédito que otorgaba el Banco a su cliente con lo que este pagaba; diciendo que equivalía de una manera a comprar una TV pero; en los 3 años se terminaba de pagar al Banco 6 TV´s y de yapa un radio a transistores.
Entonces en el set sentí un silencio cuasi sepulcral a lo que había señalado y luego de ir al corte comercial, hubo un aplauso y una felicitación general, hasta del prompter auditivo que provenía del switcher. El conductor del programa, terminó halagándome reconociendo así mi calidad de buen comunicador.
Había aprendido a transmitir economía y aspectos financieros, pero no en su esencia. Y el éxito entonces era, que la gente crea que entiende aunque no entienda.
A lo largo de tantos años he aprendido que eso es cierto y ahora mucho peor, porque hay opinólogos y macrobúhos que la verdad desinforman e infectan la pantalla de la TV, la que apuesta por el rating.
De allí la enorme confusión de por ejemplo usar un PBI como si fuera un vehículo todo terreno para la economía y creer que es hasta un barco o un submarino.
Pero así estamos en el Perú, llenos de macrobúhos obsoletos que no entienden qué está pasando en Wall Street y las locuras que hace Donald Trump o el chino Xi JInping o los problemas de Japón y el BCE: O lo que es peor la inmensa deuda de los países grandes y el inmenso asimismo numerario que se emitió para salvar al sistema de la crisis sub prime.
Los banqueros se han metido en tantos negocios, como grifos, farmacias, comida rápida y markets, que yo pensé que el negocio del pop corn y las gaseosas en los cines, que ha metido sus narices el Aspec, con Indecopi, era de los banqueros.
Como la protesta de los Cinemas no prosperó en el Poder Judicial, de hecho ellos no se han metido en ese negocio.De lo contrario ya hubieran al menos tenido una acción de amparo a su favor y de repente hasta una idemnización por daños y perjuicios a su impoluta imagen.