#ElPerúQueQueremos

Harry D White: El  espía que logró lo de Bretton Woods

Sub secretario del Tesoro de los EEUU : Fue acusado de pro soviético. 

Publicado: 2018-02-08


Que duda cabe que la reunión de Bretton Woods en New Hampshire EEUU, en el Mount Washington, en las postrimerías de la Segunda guerra mundial , marcó un montón de cosas como la supremacía del dólar, la creación del FMI y Banco Mundial, el relegar a los soviéticos que ya se vislumbraban como una nación poderosa y el que White cediera a no liquidar al BIS que había  sido pedido por Roosevelt por ayudar a  los nazis y que luego Truman suspendió la cancelación. 

Pero hay miles de escritos sobre esta Conferencia  y sin duda el que más  llama la  atención fue el que manejó la misma y luego fue acusado de espía soviético. Vale decir el 2do hombre del Tesoro de los EEUU, es decir Harry Dexter White. 

Aquí un poco de esta extraña personalidad con quien Keynes, sabía que llevaba en Bretton Woods, la batalla perdida..  


En los apuntes de la “Decadencia del Occidente” hay un artículo dedicado al funcionario perfecto ; es decir Harry Dexter White y la operación Nieve .

En "la batalla de Bretton Woods", de Benn Steil (un libro muy recomendable), hay un capítulo fascinante sobre este personaje , quien sería el representante de EEUU frente a Keynes en la famosa Conferencia en la que se diseñó el orden monetario mundial para la post guerra.

Conferencia Bretton Woods :1 -22 de Julio ; 1944. New Hampshire EE.UU.

Porque White no sólo fue, en 1944, en Bretton Woods, el oponente invencible de Keynes. Según cuenta el autor, en 1941 fue el agente de la URSS que más contribuyó al ataque japonés de Pearl Harbour, que q su vez fue la espoleta que decidió la entrada de EEUU en la Seguna Guerra Mundial.

Se señala entonces que Harry D. White era un ascendente funcionario del Departamento del Tesoro, inquieto y trabajador, hombre de confianza cada vez más influyente del secretario, Morgenthau: además tenía ideas propias, y una de esas ideas le había llevado a abrazar la causa soviética y a servir, desinteresada pero apasionadamente, como espía de la URSS desde que empezó su carrera en el Tesoro.

Su acción clandestina a favor de la URSS no era, en su opinión, un traición a su patria. Estaba convencido, como muchos intelectuales de entonces, que la URRS representaba el futuro, y que EEUU debía estrechar fuertes relaciones con la potencia comunista, aunque él mismo estaba lejos de ser comunistaSu entusiasmo se enfrió cuando Hitler y Stalin firmaron el acuerdo de no agresión en 1939 (pacto Ribentrop-Molotov), año en la que la pequeña red de espionaje se deshizo. Pero la empatía de White no había pasado desapercibida en el espionaje soviético, que en 1941 decidió reactivar a su antiguo agente para un caso mucho más trascendental: en junio 1941, Hitler decidió invadir Rusia, y ésta se temió entonces que el aliado de Hitler, Japón, les invadiera por la frente cornetas de Este.

Pero había un remota posibilidad de que Japón atacara a EEUU, y la URRS decidió movilizarse para tensar la relaciones EEUU-Japón, justo en el momento en que Japón había pedido a EEUU negociaciones para coexistir en el Pacífico: en suma, para que EEUU no les molestara en sus planes de invasión del continente chino. Unas negociaciones que los japoneses estaban seguros de llevar a buen término, dada la tibieza mostrada hasta entonces por EEUU en la agresión de Alemania en Europa.

Pero ahí estaba Dexter White para reavivar hogueras, si éstas calentaban a favor de la URSS.

Los soviéticos mandaron a un emisario a White para pedirle que influyera lo posible a su gobierno para que las negociación con Japón se enconaran y no llegaran a buen término. El motivo era desviar en lo posible la agresividad del eje Japón-Alemania hacia EEUU, y evitar un doble frente del Eje. Mientras, White, se había hecho cada vez más imprescindible a su jefe, Morgenthau, hasta el punto que éste le había encargado que llevara en exclusiva todo lo relacionado con los problemas exteriores, especialmente el problema de Japón. Hay que decir que el Departamento de Estado, verdadero titular de exteriores, había tomado un perfil pacifista, en contra del Tesoro, donde el ambicioso White había conseguido atraer hacia sí poderes cada vez más amplios. Además, White era un verdadero convencido del activismo contra Hitler, una música que sabía muy bien que agradaba al presidente Rooselvet, quien se sentía en minoría en una administración hasta entonces muy sesgada a la neutralidad .:

¿Cómo llevaron a cabo esta operación?

Ahí es donde Pavlov entraba en escena. Pavlov tenía apenas veintisiete años cuando fue enviado a Washington en la primavera de 1941, pues los oficiales más veteranos del servicio de inteligencia soviético habían sido diezmados por las purgas de Stalin. Su misión consistía en localizar a un «agente con influencia», Harry White, para averiguar si aún estaba dispuesto a cooperar a pesar del pacto entre nazis y soviéticos, y si así fuese, lograr que, ejerciendo su influencia en el sistema de política exterior de Estados Unidos, presionase a favor de un ultimátum a Japón que desencadenase la guerra. Cincuenta y cinco años después, Pavlov publicaría su versión sobre esta misión en un libro titulado Operatsia Sneg , (Operación Nieve)...

... La importancia de la Operación Nieve no radicó en que White actuase como lo hizo debido a que se le espoleó en ese sentido, y desde luego no por ir en contra de lo que él consideraba el interés de Estados Unidos, sino en que los soviéticos creyeron que White tenía la suficiente influencia y era lo suficientemente manejable, y que el conflicto entre Estados Unidos y Japón era lo bastante importante, como para escogerle para conseguir sus objetivos. En cualquier caso, la intervención de White tendría grandes consecuencias en el otoño.

El 22 de junio, Alemania había roto su acuerdo con la Unión Soviética y la había invadido, momento en el que había surgido el crucial interrogante de si Japón desplazaría sus fuerzas hacia el norte contra los soviéticos, o hacia el sur contra los estadounidenses. Durante los meses siguientes, Pavlov y Akhmerov habían estado seguros de que White seguiría al pie de la letra lo establecido en la reunión en el restaurante, y así parecía ser. En noviembre, Japón había pasado a ocupar el primer puesto en las prioridades del presidente.

Se concitaron los más improbables factores para que la jugada [denominada "operación Nieve"] inicial de la URSS saliera redonda. Un White totalmente pro soviético y activista; con una influencia decisiva en las decisiones presidenciales a través de sus informes, que llegaban a manos del presidente gracias a que su jefe le había abierto las puertas... Cuando el enviado ruso a verle, White era el terreno idóneo para esa siembra; se puso inmediatamente a interferir en la negociaciones EEUU-Japón, con una eficacia tal que, cuando los japoneses oyeron las condiciones que exigía EEUU para dejarles el Pacífico en su poder (retirada de las tropas japonesas del continente), incrédulos se llevaron las manos a la cabeza. Sabían que Tokio no aceptaría, y probablemente iniciaría la guerra contra EEUU.

No existe la más mínima duda de que White fue el autor de las exigencias principales del ultimátum, como tampoco existe la más mínima duda de que el gobierno japonés tomó la decisión de atacar Pearl Harbor tras recibir tal ultimátum. Pese a que el general George C. Marshall, entonces jefe de personal del ejército estadounidense, sugirió tras la guerra que Japón podría no haber atacado si las negociaciones no se hubiesen roto antes de finales de 1941, es muy posible que para entonces el ataque hubiese sido inevitable. Hay que destacar que los soviéticos, aliados de Estados Unidos en la guerra europea, estaban ansiosos por asegurarse de que tal ataque tenía lugar. «La guerra en el Pacífico se podría haber evitado», escribiría en el año 2000 el coronel Vladimir Karpov, oficial retirado de la inteligencia militar del GRU y «Héroe de la Unión Soviética» durante la Segunda Guerra Mundial, insistiendo en que «Stalin fue el verdadero instigador del ultimátum a Japón».

¿Cómo era eso posible?

Según Karpov, «Harry Dexter White estaba actuando según un plan elaborado por [el oficial de inteligencia de la NKVD, Iskhak] Akhmerov y Pavlov. [White] fue quien preparó el memorándum para la firma de Morgenthau y del presidente Roosevelt». En esencia, Karpov sostenía que el bando soviético había utilizado a White para provocar a Japón para que atacase Estados Unidos. El plan incluso tenía un nombre, «Operación Nieve», en el que la nieve hacía referencia a White.

Pocos meses después, en diciembre de 1941, Japón atacaba Pearl Harbour, territorio nacional USA, lo que inmediatamente provocó la declaración de guerra de EE.UU al Eje Alemania-Italia-Japón.

Así fue como Harry Dexter White, el espía soviético, futuro oponente -y vencedor- de Keynes en la conferencia de Bretton Woods, fue la espoleta que metió a EEUU en la guerra... Lo que fue celebrado por Churchill [El Imperio británico no ha tenido fortuna mayor en toda su historia». Por fin había ocurrido lo que tan desesperadamente deseaba: que Estados Unidos entrase en la guerra. «Me fui a la cama y dormí el sueño agradecido de los que se saben salvados.» ]y la URSS [En Moscú, los sentimientos eran similares. «Soltamos un profundo suspiro de alivio», recordaría posteriormente el director de la división estadounidense del Departamento de Inteligencia de la NKVD, Vitali Pavlov; 97 además, hay que señalar que no se trataba de meros vítores desde la banda del campo de juego, puesto que Pavlov había participado en la preparación del ataque en secreto.], pues por primera vez se aclaraba el panorama de la guerra hasta entonces europea.

Bien se puede decir que Hitler empezó a perder su guerra cuando invadió la URSS, en donde enterró a su ejército. Ahora bien, ¿hubiera ganado la URRS a Alemania sin la jugada maestra de "operación nieve"?

En un artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Pensamiento Crítico” en el diario PÚBLICO, 13 de agosto de 2013 se señala que Harry Dexter White, el representante de EEUU en las negociaciones que concluyeron con el Tratado de Bretton Woods, jugó un papel determinante en la configuración de dicho tratado, hecho minusvalorado más tarde debido al impacto de la Guerra Fría, a la cual White se opuso. El silencio histórico sobre White, no reconociendo su labor en aquel tratado, dio gran visibilidad a la figura de Keynes y su labor en la elaboración del tratado.

Uno de los tratados que han tenido mayor impacto en la vida económica y financiera de nuestro tiempo ha sido el Tratado de Bretton Woods, que configuró el sistema monetario después de la 2ª Guerra Mundial. Tuvo lugar el la localidad de Bretton Woods en New Hampshire en julio de 1944 y tuvo como objetivo garantizar un nuevo orden económico cuando terminara la guerra.

Las dos personalidades que jugaron un papel clave fueron John Maynard Keynes, por parte de Gran Bretaña, y Harry Dexter White, por parte de EEUU. Y aunque el que ha recibido mayor aclamo por el diseño del tratado haya sido Keynes, la realidad que se ha ido descubriendo es que Dexter White jugó el papel principal en el diseño de aquel tratado. Dexter White era un funcionario del Ministerio de Hacienda (Treasury Department), hombre de íntima confianza del Ministro, Henry Morgenthau Jr., el cual era amigo personal del Presidente Franklin Delano Roosevelt. Dexter White había sido el economista encargado por el Ministro de Hacienda estadounidense de preparar el borrador del tratado (habiendo dedicado tres años a ese trabajo). La historia del tratado, sin embargo, ha pasado de largo la tarea realizada por White. ¿Por qué?

El impacto de la Guerra Fría en el redactado histórico

White creía que dentro del mundo capitalista era fundamental garantizar la estabilidad económica y financiera, lo cual requería crear un sistema alrededor del dólar, moneda del mayor acreedor existente en el mundo capitalista de entonces, es decir, EEUU. En esto no siempre estuvo de acuerdo con los economistas británicos, que estaban bajo la presión de mantener la lira esterlina como centro de la Commonwealth.

White también tenía la creencia de que la estabilidad monetaria debería acompañarse con estabilidad política, basada en una relación de cooperación entre los vencedores de la 2ª Guerra Mundial, y muy en especial de EEUU y la Unión Soviética, que eran los dos grandes vencedores sobre el nazismo y fascismo. La URSS había sido –como lo reconoció incluso Winston Churchill- la mayor fuerza responsable de la derrota del nazismo en Europa (veinte millones de muertos en aquel país fue el coste de su victoria) y EEUU lo había sido del imperialismo japonés en el Pacífico. Según White, EEUU y la URSS deberían ser aliados promotores de la estabilidad en el futuro.

La Guerra Fría no había empezado en EEUU y el Presidente Roosevelt y sobre todo su esposa Eleonor Roosevelt no eran hostiles ni a la Unión Soviética ni al Partido Comunista de EEUU. White, en realidad, tenía varios amigos y colaboradores miembros de ese Partido. White llegó incluso a conseguir que la Unión Soviética firmara y apoyara varios de los componentes del Tratado de Bretton Woods, aunque se negara a firmar el componente del tratado que establecía el Fondo Monetario Internacional, por creer, correctamente, que estaría dominado por el gobierno de EEUU.

Este clima político cambió radicalmente, con el surgimiento de la Guerra Fría, que hizo que la Unión Soviética fuera percibida como el mayor enemigo de EEUU. El cambio puso a White en una postura defensiva, siendo considerado una persona poco fiable. Incluso algunos comentaristas le acusaron de ser espía de la Unión Soviética. Fue así como White pasó a ser una persona marginada, desapareciendo de los libros de historia, apareciendo solo Keynes como figura central de aquel tratado. Y así se escribió la historia de Bretton Woods (ver el excelente artículo “Dirtying White” de James M. Boughton del cual extraigo estos datos, en The Nation, 24 de junio – 1 de julio de 2013).

Estas breves notas no minimizan la enorme tarea de Keynes ni diluyen y/o disminuyen su gran labor en analizar la situación económica del momento y periodo en el que vivía, ni tampoco relativiza sus consejos y propuestas de salir de la crisis, tan aplicables hoy como entonces. Pero, es de justicia reconocer la enorme labor realizada por White, que en caso de haber vencido sus propuestas políticas, además de sus propuestas económicas, la historia del mundo habría cambiado y nos hubiera ido mejor. Es coste de la Guerra Fría, en términos económicos, sociales, políticos y humanos ha sido enorme. La victoria del complejo militar-industrial en EEUU, se ha hecho a costa del subdesarrollo del estado del bienestar en EEUU. Y a nivel internacional, la Guerra Fría fue la excusa utilizada por el establishment financiero y económico estadounidense para apoyar dictaduras terroristas, como lo fue la dictadura fascista que gobernó a España durante cuarenta años. Sin la Guerra Fría, como White deseaba, hubiéramos todos vivido mejor.

En rigor entonces Harry Dexter White (Boston, Massachusetts, 9 de octubre de 1892 – Fitzwilliam, Nuevo Hampshire, 16 de agosto de 1948) fue un economista estadounidense, director del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, que participó en la conferencia de Bretton Woods. White redactó el primer borrador del Fondo Monetario Internacional, una semana después del ataque sobre Pearl Harbor.

En agosto de 1948 White se vio obligado a testificar y a defender su reputación ante el Comité de Actividades Antiestadounidenses, HUAC por sus siglas en inglés. Tres días después de testificar, falleció de un ataque al corazón en su residencia de verano en FitzWilliam, New Hampshire. Diversas fuentes, incluido el FBI y los archivos soviéticos, señalan que White pasó información estatal secreta a la Unión Soviética.

Harry uno Mientras sus ejércitos luchaban juntos contra los nazis en Normandía, Gran Bretaña y Estados Unidos disputaban en una pequeña localidad de New Hampshire una pelea desigual por establecer el orden económico mundial de la posguerra.

Seguro de su superioridad intelectual, John Maynard Keynes, el campeón inglés, sabía que libraba un combate perdido. La lucha contra Hitler había arruinado a Gran Bretaña. Era un secreto a voces y Harry Dexter White, el paladín estadounidense, sacó el máximo partido de la debilidad de su oponente.

En la conferencia de Bretton Woods (1-22 de julio de 1944) no solo nacieron los dos grandes organismos que aún intentan dirigir la economía mundial – el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial -, sino un mundo dominado por el dólar. “Una superpotencia anticolonial en ascenso, los Estados Unidos de América – escribe Benn Steil en las páginas finales de ‘La batalla de Bretton Woods‘ -, utilizó su influencia económica sobre una potencia imperial aliada en estado de insolvencia, Gran Bretaña, para fijar (…) las normas del comercio exterior y las finanzas internacionales”.

Keynes quería crear el bancor, una moneda que representara de  manera pónderada a las divisas de  los paises aliados.  No lo logró. Estados Unidos deseaba un mundo sin los aranceles y las devaluaciones competitivas que acentuaron la Gran Depresión, y, sobre todo, que un dólar con un valor fijo fue la divisa global de referencia. Aspiraba a un imposible – proveer al mundo de dólares que, en cualquier momento, podían cambiarse por una cantidad fija de oro -, pero durante más de dos décadas el sistema funcionó, hasta que el gasto de la Guerra de Vietnam lo hizo insostenible. 

Benn Steil lo cuenta muy bien en un libro tan entretenido como didáctico, que rompe los límites cronológicos de Bretton Woods y pasa de la economía al espionaje gracias a un protagonista sorprendente: Harry Dexter White. Aunque lo definía como “autoritario, mal compañero, propenso a despedir a sus subalternos, con una voz estridente y áspera, tiránico de mentalidad y comportamiento”, Keynes respetaba la inteligencia y brillantez de su oponente. Ignoraba un dato esencial: Dexter White también pasaba información clave a los soviéticos.

Harry Dexter White durante su declaración ante el Comité de Actividades Antiestadounidenses

La denuncia de su reclutador, el periodista Whittaker Chambers, provocó que el FBI investigase a White desde 1942, pero serían los telegramas descifrados por el proyecto Venona los que impidiesen que fuese el primer director del FMI, como estaba previsto. White, el topo soviético más inesperado, falleció el 16 de agosto de 1948, tres días después de testificar ante el Comité de Actividades Antiestadounidenses. Su sistema, el 15 de agosto de 1971, cuando Nixon abandonó el cambio fijo del dólar, tras más de dos décadas de prosperidad mundial irrepetible.


Escrito por

dennis falvy

Economista de la Universidad Católica con un master en administración en la Universidad de Harvard; periodista en economía .


Publicado en