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Los problemas para definir y medir qué es la pobreza

Los políticos a veces sueltan números que ocultan los dramas verdaderos 

Publicado: 2017-12-26

Muchas veces nos engañan los políticos , así como los macrobúhos que con el crecimiento inusitado del PBI se ha morigerado la pobreza en el Perú y nos llenan de números y la conclusión se va  aún más allá. 

Pontifican que  para desterrarla, necesitamos al menos un crecimiento del 7% anual en el PBI, lo que no guarda necesariamente una correlación con ella. 

Lo que sucede es que con un solo número, no es dable concluir ese aserto. Y ello por lo difícil que es medir a ella.  

 La información existente es enorme, tediosa y complicada de entender. Veamos sólo algunas.  

UN POST DEL MEF

Señala que existen  diversos métodos para la identificación de los pobres, desde los métodos que miden la situación de los hogares en cuanto a sus características, el medio donde se desenvuelven y su acceso a servicios básicos; hasta los métodos que miden la pobreza según el poder adquisitivo de los hogares a través de líneas de pobreza.

Según CEPAL (2001): “la teoría no permite elegir un método por sobre los demás, ya que todos tienen defectos y virtudes; más bien, es la práctica quien ha resuelto la elección de un método, de acuerdo al contexto en el que se aplica”.Hay variados métodos para identificarla. 

 LA POBREZA MONETARIA 

Se define como la insuficiencia de recursos monetarios para adquirir una canasta de consumo mínima aceptable socialmente. Para ello se elige un indicador de bienestar (gasto per cápita) y parámetros de lo socialmente aceptado (líneas de pobreza total para el caso de consumo total y línea de pobreza extrema para el caso de alimentos):

• Se dice que un hogar es pobre cuando su gasto per cápita es inferior a una Línea de Pobreza (LPt).

• Se dice que un hogar es pobre extremo cuando su gasto per cápita es inferior a una Línea de Pobreza Extrema (LPex).

La tasa de pobreza monetaria es comúnmente el indicador que hace referencia al nivel de vida de la población, esta refleja la capacidad de un hogar para afrontar las exigencias mínimas para vivir; en este sentido el indicador que se utiliza es el gasto per cápita del Hogar.

YALONETZKY:"UMBRAL PARA MEDIR LA POBREZA EN PERÚ ES ARBITRARIO" 

A fines del año 2015, este analista sostenía en el Diario El Comercio, que a través de indicadores de pobreza monetaria y multidimensional, INEI determina el número de peruanos con limitados recursos.   Lo entrevistó la periodista Miriam Romainville Izaguirre .

En poco más de una década, la pobreza en el Perú se ha reducido en casi 53%, según las últimas proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (INEI). Sin embargo, la realidad todavía refleja carencias de servicios básicos como agua, desagüe, salud y vivienda. 

¿Se consideran estas carencias en la medición de la pobreza?

Cada año, el INEI realiza reportes de pobreza. Como explica Carolina Trivelli, ex titular del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), la medida oficial, que permite al país realizar comparaciones internacionales, es la medida de la pobreza monetaria, que mide el nivel de consumo de las personas.

Según el INEI, si usted tiene un consumo superior a los S/.303 mensuales ya no será considerado pobre. Para evaluar dicho rango, el INEI considera la canasta familiar, que además del indicador alimenticio, toma en cuenta el gasto de algunos servicios complementarios.

En tanto, quienes se encuentren por debajo de los S/.161 mensuales, cifra que representa la canasta básica alimenticia en el país, serán considerados pobres extremos. “A algunas personas no le gusta llamarla pobreza extrema, y la llaman pobreza alimentaria”, indica Trivelli, quien agrega que esta medida sirve para que se evalúe el número de personas en el Perú que no lograrían, incluso si usaran toda sus ingresos, acercarse a la alimentación básica.

El docente de la Universidad del Pacífico, Oswaldo Molina, dice que si bien la pobreza monetaria ayuda a evaluar los umbrales de pobreza, su resultado suele ser muy inconstante.

“En un año puedes mejorar tu ingreso y salir de la pobreza, y al siguiente empeorar y regresar a la pobreza”, explica. Por eso, dice que medir la pobreza de una forma multidimensional generaría un resultado más estable.

POBREZA MULTIDIMENSIONAL

Para el experto en temas de pobreza e investigador asociado en el Oxford Poverty and Human Development Initiative, Gastón Yalonetzky, indicadores como el de la pobreza monetaria no se adaptan bien al denominado enfoque de capacidades, que centra su atención en la capacidad de las personas de alcanzar los estados del bienestar que estas valoran, las cuales pueden ser educación de calidad, acceso a agua y desagüe, entre otras..

Esta medición de pobreza suele ser más focalizada. “La pobreza multidimensional determina si eres pobre o no pobre; no solo si tienes ingresos suficientes, sino también si tienes ciertas características, si puedes consumir ciertos servicios”, explica Molina.

Por tal razón, el INEI también usa medidas de pobreza multidimensional, como el método de las necesidades básicas insatisfechas (NBI).

“Hay muchas medidas de pobreza multidimensional, muchas de ellas se pueden calcular con la ENAO, entonces existen y se calculan. Por ejemplo, hay una que calcula el propio INEI con la metodología de Oxfam”, agrega Trivelli.

Aunque ambos especialistas suelen reconocer las ventajas de esta medición, también resaltan que puede ser muy arbitraria. “En muchas ocasiones se cuenta el número de privaciones y se la compara contra un umbral, si el número es mayor que el umbral, entonces a la persona se la considera pobre. El problema es que este umbral para medir la pobreza en el Perú es arbitrario”, dice Yalonetzky.

USO DE LA MEDICIÓN

Por ejemplo, en el caso de Pensión 65, el Midis ha determinado un umbral diferente al de la pobreza monetaria. Si bien este indicador dice que existen alrededor de 100.000 adultos mayores en situación de pobreza extrema, requisito necesario para acceder a Pensión 65, el programa atiende a cerca de 500.000, ¿por qué?

“Pensión 65 usa la medida del sistema de focalización, que es una medida multidimensional. Y lo que dice es, un viejito de más de 65 que no tiene empleo, que no tiene pensión, que cocina con leña, que no tiene agua y que no tiene familiares en su mismo hogar es pobre extremo”, explica Trivelli.

En ese sentido, ambas medidas suelen ser complementarias. Como nos comenta la ex ministra del Midis, “lo que le sirve al programa Nacional de Agua y Saneamiento no le servirá al Programa de Electrificación Rural o al Programa Cuna Más”.

EN PUNTOS

► Los datos actualizados de los censos de población ayudan a que los marcos muestrales sean los más óptimos posibles. Por eso, Carolina Trivelli indicó que el 2017 se debería realizar un nuevo censo de población. 

¿ COMO SE MIDE LA POBREZA ? 

El analista Carlos Parodi, escribió en Gestion en mayo del año 2,016 :

• Uno de los indicadores más usados para medir la evolución del bienestar es el nivel de pobreza de un país. De acuerdo con cifras oficiales, el porcentaje de pobres en el Perú ascendió a 21.77% en 2015, luego de ubicarse en 27.82% en 2011. ¿Qué significan estos números y cómo se llegó a ellos, es decir, cómo se mide la pobreza?

Si queremos medir la pobreza antes debemos definirla, asunto que constituye una tarea compleja (intente conversar con amigos, pregunte qué es pobreza y notará la falta de acuerdo). Suponiendo que ya la definió, medirla es aún más difícil. El problema es que al no existir una única definición de “qué es ser pobre”, tampoco habrá solo un método para calcularla. Entonces, ¿qué método se utiliza para calcular la pobreza “oficial” en el Perú?

En el Perú se usa el método de “líneas de la pobreza monetaria”. El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) define la pobreza monetaria (también llamada por ingresos) como la insuficiencia de recursos monetarios para adquirir una canasta de consumo mínima aceptable socialmente. En términos simples, pobre es aquel que no tiene el dinero para comprar la canasta mencionada.

Una línea de la pobreza es un límite o umbral, que indica el costo (expresado en unidades monetarias) de la canasta mencionada. Aquellos cuya capacidad de gasto es menor que la línea son considerados pobres; por el contrario los que pueden gastar un monto mayor que el indicado por la línea son considerados no pobres. En otras palabras, la línea de la pobreza divide a la población en dos grupos: pobres y no pobres.

De esta manera, la pobreza se mide en función de una variable: la capacidad de gasto de la persona, con lo cual se asume que si tiene el dinero, entonces lo gastará en aquellos bienes y servicios que eleven al máximo su bienestar. Por lo tanto, si todas las personas recibieran una transferencia de dinero que les permitiera gastar por encima del costo de la canasta mínima, entonces no habría pobres. La pobreza monetaria mide la posesión del medio para lograr el fin.

¿Así es la realidad?

La pobreza es un fenómeno multidimensional, que no depende solo de la capacidad de gasto de una persona, más allá de los problemas que tiene la definición de la canasta de consumo mínima socialmente aceptable. 

Por ejemplo, una familia puede tener el ingreso para comprar la canasta que lo clasifica como no pobre, pero vive en condiciones de hacinamiento, sin agua ni desagüe, sin energía eléctrica y en una vivienda precaria. 

A todas luces, también sería pobre, a pesar que con el método descrito aparecería como no pobre. Esa observación nos lleva a otro método, conocido como el de las necesidades básicas insatisfechas (NBI) . En este segundo método se listan cuáles son las necesidades básicas y luego se procede a clasificar como pobre a una persona que no satisfaga dos o más de esas necesidades.

Ambos métodos recogen información de las Encuestas Nacionales de Hogares (ENAHO) y presentan subjetividades. Con el método de la pobreza monetaria, ¿cómo determinar los bienes y servicios que conforman la canasta básica? Del mismo modo, de acuerdo con el método de NBI, ¿cómo determinar las necesidades básicas? ¿Por qué a partir de dos de ellas insatisfechas el individuo se considera pobre y no a partir de tres?

Más aún, los dos métodos parten de información obtenida de encuestas, de ahí que se ubiquen dentro de un grupo denominado “línea de pobreza objetiva”; sin embargo, en los últimos años se ha avanzado en el cálculo de una línea subjetiva que depende de la autopercepción de cada persona. Bajo esta última definición, es pobre quien se considera como tal, independientemente del nivel de ingresos y otro aspectos relacionados con el bienestar.

Por lo tanto, las líneas de pobreza objetivas dependen de criterios establecidos por especialistas para llevar una vida decente; por ejemplo, las necesidades biológicas de alimentación en términos de requerimientos nutricionales mínimos. Las líneas subjetivas depende más de la idea que cada persona tiene sobre el nivel mínimo de ingreso o consumo necesarios para ni ser pobre.

Existen varios métodos más para calcular la pobreza; de ahí que surjan dos conclusiones: en primer lugar, es necesario complementar los resultados de la pobreza con otros indicadores relacionados con el bienestar; en segundo lugar, el diseño de las políticas sociales se hace a partir de la caracterización de la pobreza, la que a su vez depende del método usado. Y este último punto es clave.

MARC FORTUNO  

A fines del año 2016  y actualizado al dia de  ayer ,  25/12 2017 y en el blog Salmón nos señala que :

La pobreza o los niveles de pobreza es uno de los factores más relevantes para una sociedad, pues una parte de ella se ve privada de consumir para satisfacer unos niveles de bienestar establecidos. Sin embargo, esos niveles de bienestar, han ido cambiando al paso de los siglos, en especial, desde la Revolución Industrial.

No tener una perspectiva clara de la historia, tiende a desvirtuar los conceptos de riqueza y pobreza en la actualidad. Para entenderlo, el hombre más rico del mundo ha sido Musa Keita que llegó al poder en 1312. Cuando fue coronado emperador de Malí, se le dio el nombre Mansa, que significa emperador, por lo que se le conoce históricamente como Mansa Musa.

Mansa Musa poseía el equivalente 400.000 millones de dólares en la actualidad, siendo el hombre más rico de todos los tiempos. Esta riqueza provenía de la producción de más de la mitad de la oferta mundial de sal y oro de su país. Musa utilizó su riqueza para construir inmensas mezquitas que aún hoy en día, casi 700 años más tarde, se conservan.

Era el Emperador de lo que hoy en día es Mali, Mauritania, Senegal, Gambia, Guinea, Costa de Marfil, Burkina Faso y Níger y tenía a su disposición más de 60.000 personas, entre sus ejércitos, criados, esclavos, consejeros y diferentes siervos.


Para que nos hagamos una idea de los que supone esa riqueza habría que sumar el patrimonio del las ocho riquezas personales más elevadas del mundo: Bill Gates, Amancio Ortega, Warren Buffet, Carlos Slim, Jeff Bezos, Marck Zuckerberg, Larry Ellison y Michael Bloomberg.

MANSA MUNSA ¿PODRÍA SER CONSIDERADO UN HOMBRE POBRE?

Si atendemos a los estándares de bienestar existentes en la actualidad en los países desarrollados, podríamos concluir que el hombre más rico que jamás ha existido ni se acercó a los niveles de bienestar predominantes en la actualidad.

Mansa Munsa vivió 57 años (1280 - 1337), mientras que en España la esperanza de vida es para los hombres superior a 80 años, asimismo podemos disfrutar de diversos fármacos que han mejorado nuestra calidad de vida para combatir las enfermedades

Padeció serios problemas de comunicación, un emisario podría tardar semanas o meses en enviar un mensaje, mientras que a día de hoy la comunicación está al alcance de un clic.

Carecía de un transporte efectivo y cómodo con el uso de dromedarios, por lo que su camino de peregrinación hacia La Meca duró cerca de un año. Mientras que a día de hoy desde España hasta Estados Unidos se ofertan vuelos a partir de 179 euros el trayecto (aerolínea Norwegian) y la duración del vuelo es de algo más de siete horas.

A pesar de ser el emperador más grande de todos los tiempos se educó bajo una visión geocéntrica del universo, en el que los planetas, el sol y las estrellas orbitaban alrededor de la Tierra, siguiendo el sistema ptolemaico que triunfo en el mundo Occidental desde el siglo II.

Incluso, nunca pudo retratarse a sí mismo en un óleo, mientras que hoy por hoy cualquier español de a pie, gracias a la revolución digital, puede tomar imágenes en tiempo real en alta definición de sí mismo y compartirlas mediante las redes sociales.

LOS PROBLEMAS DE MEDIR LA POBREZA CON LA TASA AROPE

Cuando medimos la pobreza mediante indicadores como la Tasa Arope, que es una de las más mencionadas en los medios de comunicación, tenemos que entender que implica esta medición.

La Tasa Arope (At-Risk-Of Poverty and Exclusion), mide el riesgo de pobreza y exclusión social en un país. Según la Estrategia Europa 2020 son personas en riesgo de pobreza y/o exclusión social a la población que se encuentra en alguna de las tres situaciones que se definen a continuación:

• Personas que viven con bajos ingresos (60% de la mediana del ingreso equivalente o por unidad de consumo).

• Personas que sufren privación material severa en la que se incluyen varios datos para su medición como por ejemplo no poseer un televisor en color, un teléfono, una lavadora, un coche o bien no poder ir de vacaciones fuera de casa, al menos una semana al año.

• Personas que viven en hogares con una intensidad de empleo muy bajo(por debajo del 20%).

Bajo la Tasa Arope en el año 2014 el 28,9% de las mujeres cumplían alguna de las tres situaciones para estar en situación de riesgo de pobreza o exclusión social frente al 29,4% de los hombres.

Sin embargo, el principal problema de esta medición del riesgo de pobreza de la Tasa Arope es que no tiene en cuenta el patrimonio personal que puede liquidarse para que forme parte del consumo, por lo que esta medición estaría claramente distorsionada en el momento de definir la pobreza. Tampoco tiene en cuenta los servicios del Estado que pagamos con impuestos y son una renta en especie.

Otros problemas que podemos encontrar es que consideremos que a algunos extremeños, cuya renta per capita media de la región es de 15.457 euros se les considere pobres al no situarse en 60% de la mediana del ingreso equivalente. Sin embargo, Extremadura es una región mucho más barata por su coste de vida que en Navarra o la Comunidad de Madrid, por lo que un bajo ingreso no implicaría riesgo de pobreza.

También pudiera ser que alguien quiera vivir bajo un estilo de vida un tanto bohemio sin el uso de un televisor, teléfono, vehículo de transporte u otros materiales, pero para la Tasa Arope estaría en riesgo de pobreza.

Asimismo, un trabajador puede manifestar una intensidad de trabajo muy bajo y que fuera altamente productivo y recibir un elevado salario, o bien disponer de un alto patrimonio y a pesar de ese supuesto estaría considerado como en riesgo de pobreza.

LOS PROBLEMAS DE MEDIR LA POBREZA EN BASE A LA DISTRIBUCIÓN DE LA RENTA

Otro de los indicadores favoritos utilizados para la medición de la pobreza se trata de la desigualdad de la renta. No obstante, la pregunta que nos debemos hacer es si desigualdad en renta es igual a pobreza o un menor nivel de bienestar.

Por un lado, el Eurostat lleva a cabo la relación S80/S20, que es una medida de la desigualdad de la distribución del ingreso. Calcula como la proporción de los ingresos totales percibidos por el 20% de la población con mayores ingresos (quintil superior) a la que recibe el 20% de la población con menores ingresos (quintil inferior).

También tenemos el llamado coeficiente Gini que es una medida alternativa a de la desigualdad de ingresos. Mide el grado en que la distribución del ingreso en un país que se desvía de una distribución perfectamente igual. Un coeficiente de 0 expresa una igualdad perfecta, mientras que un coeficiente de 100 expresa la desigualdad completa en el que una sola persona tiene todos los ingresos.

Atendiendo al INE, la relación S80/S20 de España mostraba una relación de 6,9 veces en el año 2014 y en el año 2015 el Índice Gini en España era de 34,6 y si imputamos los alquileres se reducía a 31,6, una gran desigualdad en materia de renta.

Sin embargo, la renta está vinculada al ingreso de trabajo y capital pero no al consumo, ya que la renta puede destinarse al ahorro y ese hecho no implicaría un mayor nivel de bienestar.

Para entenderlo, tendrían el mismo bienestar alguien con una renta anual de 100.000 euros y que destinara a consumir el 15%, es decir, 15.000 euros que otro individuo que disfrutara una renta de 15.000 euros y consumiera el 100% de su renta.

En el modelo de sociedad descrito de dos personas, veríamos una profunda desigualdad en ingresos, pues la renta alta sería 6,66 veces superior a la renta baja. Sin embargo, al mismo tiempo, observaríamos que ambos individuos disfrutan del mismo nivel de bienestar.

Incluso, pudiera ser que al paso de los años la desigualdad entre el quintil superior e inferior de una sociedad creciera, pero que en términos de ingresos absolutos se vieran beneficiados todos los quintiles, con un aumento de su renta, que les permitiera acceder a mayores cuotas de consumo o bienestar.

¿CUÁL SERÍA EL INDICADOR MÁS IDÓNEO PARA OBSERVAR LA EVOLUCIÓN DE LA POBREZA DE UN PAÍS?

El Banco Mundial define pobreza como “la incapacidad para alcanzar un nivel de vida mínimo”. Ese nivel de vida lo vincula al consumo. De hecho el Banco Mundial añade que el nivel de vida consta de dos elementos:

• El gasto necesario para acceder a un estándar mínimo de nutrición y otras necesidades muy básicas.

• Una cantidad que varía de un país a otro y que refleja el coste que tiene la participación en la vida diaria de las sociedades.

Por ello, uno de los indicadores clave para analizar cómo está evolucionando la pobreza de un país no estarían vinculados a la riqueza (referencia patrimonial neta) o la renta (referencia en ingresos) sino a los diferenciales o niveles de desigualdad existentes en el consumo.

Pensemos que la renta puede ahorrarse y el patrimonio neto es renta ahorrada en el cómputo de los años, por lo que no proporcionaría ningún bienestar en términos de adquisición de bienes y servicios. Por su parte, consumir, implica directamente disfrutar de bienes y servicios es lo que en última instancia proporciona el bienestar de los ciudadanos de un país.

La pobreza conlleva a una reducción de la adquisición de bienes y servicios por lo que las desigualdades en materia de consumo son las verdaderamente relevantes en el momento de medir la pobreza ya que tienden a ampliarse cuando se extienden los niveles de pobreza.

Para establecer una medición efectiva, uno de los mejores indicadores sería el coeficiente de Gini del consumo que es una medida estadística de la desigualdad en la distribución del consumo per cápita de los hogares dentro de un país.

Vayamos a los datos... ¿Es España un país desigual en materia de consumo? Pues no especialmente, España en el año 2010 tenía un índice Gini de consumo de 0,22, similar al de Suecia (0,22) o Bélgica (0,22), y mostraba niveles inferiores de países como Dinamarca (0,23), Francia (0,23), Italia (0,26) o Alemania (0,27).

El índice de Gini en el consumo hay que entenderlo como una medida interna de cada país que queda referida a los diferenciales de consumo dentro de sus propios niveles de bienestar. Por lo que en el momento de hacer las comparaciones entre países, los "niveles de bienestar" pueden variar de forma intensa fruto de las diferencias existentes en el desarrollo económico y los niveles de productividad.


Escrito por

dennis falvy

Economista de la Universidad Católica con un master en administración en la Universidad de Harvard; periodista en economía .


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