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No siempre consumir mas es sinónimo de bienestar

El uso eficiente del factor capital y el ahorro pueden generar mayor bienestar 

Publicado: 2017-12-16

En economía , como ciencia social que es , hay mucho por discutir. Una de ellas es el uso y abuso del indicador de cuentas nacionales y por ende de   producción , que inventara  el nóbel en economía Simon Kuznets hace como 80 años y que él señalara recurrentemente que no era para la medición del bienestar en una sociedad.

Desgraciadamente no le hicieron caso y el uso y abuso del Producto Bruto Interno, ocasiona que hasta se hagan comparaciones absurdas entre economías al menos de diferente tamaño, porque además  el mismo se expresa en porcentajes lo que confunde a los legos .  

 En  su acepción primaria se medía el Producto Nacional Bruto (PNB),denominado bruto pues para llegar al neto se le tenía que descontar a ese producto la depreciación de la maquinaria y equipo usada para la  consiguiente producción. 

Pero luego se hizo famoso el PBI, el que consignaba la producción de los residentes geográficamente, es decir en el territorio del país , sean estos oriundos del país o extranjeros .Lo que era diferente al PNB que excluía la producción de ellos y sumaba la de los nacionales que producían afuera del país. 

Hay varios métodos para el calculo del PBI que conlleva contabilidad y mas que nada consumo ,el que puede ser financiado por créditos .Es más hay problemas con el registro de proyectos que pueden ser elefantes blancos  u otros  perjudiciales para el ambiente. En fin hay muchas cosas más  que criticar  como ignorar la variable de tecnología  y por ende productividad . O si se quiere las  imputaciones que hace, por ejemplo, el INEI para el narcotráfico, la economía subterránea o informal. 

“Cocina “ que le llaman, lo que hace que no necesariamente el numerito que sale de ese PBI pueda ser comparable con países que tienen poca economía en la informalidad. Peor que eso, de distinto tamaño lo que se ha convertido en una herejía económica y que en vez de aclarar el tema , lo oscurece.

Eso de que crecemos más que toda latinoamérica, es la verdad un absurdo. Es vago ,etéreo,  confuso e impide el análisis serio .

 Obviamente y suena OK ; es mejor producir más que menos. Pero ello depende. El numerito per se, no dice mucho. Más aun si hay enorme problemas de distribución del ingreso, así como salidas de rentas de factores de los residentes extranjeros o exenciones de tipo tributario a fin de producir más.

En este contexto encuentro un post del Blog Salmon, que me parece interesante de comentar en sólo parte del mismo.

El blog  señala que un error extendido es que se tiende a hacer referencia al consumismo o sociedades consumistas por el valor de bienes de consumo en términos absolutos, cuando lo lógico sería valorar en términos relativos, es decir, como porcentaje de la renta y en rigor el factor consumo, como elevado porcentaje de la renta, las sociedades consumistas son aquellas verdaderamente pobres en que prácticamente toda su renta se destina a sobrevivir, con la adquisición de bienes de consumo de baja calidad o que no satisfacen plenamente sus necesidades.

Esto entonces , se señala, muestra que las sociedades pobres tiende a focalizarse, en primera instancia, en los denominados bienes inferiores, es decir, aquellos que los consumidores adquieren en menor medida, mientras que la renta se incrementa porque existen mejores alternativas de consumo.

En consecuencia el  proceso para salir de la pobreza no es otra que el ahorro, lo que supone reducir parcialmente el importe del consumo inmediato (volverse menos consumista), un sacrificio en el corto plazo con un objetivo final, la producción de bienes de capital que le permitan ser más eficiente en sus tareas productivas.

Y ello se liga a la tecnología al uso de capital .

Los ejemplos sobran , por ejemplo , en el agro; en donde el uso de herramientas y de máquinas ha elevado sustancialmente lo que se denomina “ productividad” .

 Es decir con el mismo tiempo y espacio se puede producir más y el ahorro puede producir mayor bienestar. .

El blog nos señala que datos que aporta Human Progress muestran que en los  Estados Unidos, en el año 1929, destinaba, como porcentaje de la renta, el 20,29% de los ingresos totales para el gasto en alimentos.

El porcentaje de la renta destinado al gasto en alimentos hoy en día es de 5,48% para el estadounidense medio, una diferencia cercana a 15 puntos porcentuales en el periodo comparado. 

Durante todos estos años, Estados Unidos ha efectuado un proceso de ahorro que ha financiado la producción de bienes de capital que le han llevado a establecer un gran incremento en sus niveles de productividad. En el caso de los alimentos, hemos visto un proceso de revolución agrícola con maquinaria especializada, fertilizantes, pesticidas y demás que ha repercutido en una mayor eficiencia en el cultivo y la cosecha.

Con ello se consiguió que entre 1961 y 2014, la producción mundial de cereales ha aumentado un 280%. Si comparamos este aumento con el de la población total -136% durante el mismo período-, vemos que la producción mundial de cereales ha crecido a un ritmo mucho más rápido que la población. La producción de cereales por persona ha aumentado a pesar del crecimiento demográfico.

El blog advierte entonces que en el periodo comprendido entre 1960 y 2015, la población mundial se incrementó un 142%, desde los 3.035 millones hasta los 7.350 millones de personas. Al mismo tiempo, la renta media per cápita ajustado por la inflación aumentó un 177%, pasando de 3.680 dólares a 10.194 dólares.

Se suponía que eso no debía haber pasado, según la Teoría Malthusiana, el crecimiento de la población debía ser un presagio de pobreza y hambruna. Sin embargo, los seres humanos, a diferencia de otros animales, innovan para salir de la escasez aumentando la oferta de recursos naturales.

La humanidad produjo más producción económica en los últimos dos siglos que en todos los siglos anteriores juntos. Y esta explosión de riqueza-creación llevó a una disminución masiva en la tasa de pobreza.

En 1820, más del 90% de la población mundial vivía con menos de 2 dólares diarios y más del 80% vivía con menos de 1 dólar diario (ajustado por la inflación y las diferencias de poder adquisitivo). Para 2015, menos del 10% de las personas vivían con menos de 1,90 dólares diarios, la definición oficial actual del Banco Mundial de extrema pobreza.


Escrito por

dennis falvy

Economista de la Universidad Católica con un master en administración en la Universidad de Harvard; periodista en economía .


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