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VOLVEREMOS A LLORAR OTRA VEZ POR ARGENTINA

PORQUE COMO LA VA CONDUCIENDO FINANCIERAMENTE MACRI NO VA OK 

Publicado: 2017-06-27

Por : Dennis Falv

Es difícil para alguien que no conozca mucho de la historia  Argentina, el observar los  sistemáticos descalabros de este país .Baste tal vez traer a colación un solo de los tantos artículos colgados en el Internet, que nos señalan algo de su historia.

LA DESMANTELADA DESPENSA DEL MUNDO

Por : Rosario Valenzuela

Argentina desde finales del siglo pasado ya era una potencia agrícola y ganadera. En 1880 fue el principal exportador de carne en el mercado mundial desplazando a Australia y Nueva Zelanda. Durante la Primera Guerra Mundial compartió con Ucrania la denominación de ser la despensa del mundo.

La política imperialista de acabar con el agro en los países tercermundistas, debido a la importancia estratégica del sector en la dominación política y económica, se refleja en la situación de crisis que hoy sufre el país austral.

Por ejemplo, en 1929 se cultivaban 9.200.000 hectáreas de trigo. En 1992, bajó a 4.750.000, es decir, una reducción de 50%. Cuando durante buena parte del siglo ocupó primerísimos lugares, en 1995 sólo ocupa un modesto decimoquinto lugar en superficie sembrada y en producción.

En maíz, pasó de ser el primer productor mundial a comienzos de siglo a un séptimo lugar en 1994.

En 1976, cuando se impuso la dictadura militar, el país adoptó el modelo económico neoliberal y desde entonces la producción agrícola e industrial ha venido disminuyendo. La deuda externa, el desempleo, las tasas de interés y el déficit fiscal son los únicos que han crecido vertiginosamente, así como la inflación, que alcanzó la asombrosa cifra de 5.000%.

En 1989 subió al poder Carlos Saúl Menem cuyas medidas en el marco de la política de apertura y privatización, han hecho de este país un paraíso para las inversiones extranjeras. La creación de Mercosur integrado por Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, que cuenta con 200 millones de consumidores es un botín atractivo para el pillaje internacional.

A pesar de que el capital foráneo siempre estuvo presente, la compra por éste de grandes extensiones de tierra es un fenómeno nuevo, gracias a las facilidades que ofrece la actual legislación: ingreso y egreso de divisas sin restricciones ni pago de impuestos; no existen áreas vedadas para la inversión extranjera; repatriación total de utilidades y de capitales al país de origen, igual tratamiento en el acceso al crédito en moneda local o extranjera y un desempleo galopante acompañado de una reforma laboral que abarató la mano de obra. Para completar el cuadro, en abril de 1991 se estableció la paridad entre el peso y el dólar. El magnate Carlo Benetton ilustró estas ventajas cuando le preguntaron por qué la firma italiana había escogido a la Argentina para invertir:"En Australia no hubiéramos podido comprar tanta tierra".

Un factor importante que incide en la compra de grandes haciendas es la calidad de la tierra de la pampa y su precio, muy bajo frente al de los países desarrollados. Por ejemplo, en Estados Unidos una hectárea de tierra cuesta en promedio 7.000 dólares, en Canadá 3.300, en Australia 4.700 y en la Argentina únicamente 2.400 dólares.

Acaparadores de tierras George Soros, el famoso especulador de Wall Street, es uno de los mayores compradores a través de sus empresas Cresud e IRSA. En la actualidad, es dueño de 350.000 hectáreas y sus inversiones abarcan desde la ganadería y la agricultura hasta la reforestación.

En 1994, cuando empezó a operar con Cresud, contaba con siete grandes haciendas y un total de 22 mil reses. En 1996, son 17 las haciendas y 62 mil las cabezas de ganado.

Al preguntársele por qué invertía en el sector agropecuario, su respuesta fue: "Por las ventajas comparativas en la relación precio del suelo con el de los productos. Encontramos un sector en crisis y la gente del campo quejándose, pero esa tendencia se puede volver favorable si se parte de mejores condiciones que las que tiene el productor típico".

A partir de 1991, el grupo Benneton adquirió 837 mil hectáreas por la ridícula suma de 50 millones de dólares. Uno de sus objetivos es producir su propia materia prima, la lana, que sólo utiliza en 50% para sus confecciones; el otro 50% lo vende en Europa. La empresa cría 265 mil ovejas de raza merino, cuya lana exporta cruda a Europa. En Argentina no la industrializa, ni siquiera la lava.

Posee 10.500 reses hereford y 2.100 hectáreas plantadas con dos millones de pinos. Sobre la caída del ministro de Economía, Domingo Cavallo, Benetton opinó: "No me importa el cambio de ministro de Economía, la lana se vende en dólares".

Ted Turner, el magnate de las comunicaciones norteamericanas, también compró grandes extensiones de tierra.

Sun Syung Moon, líder de una secta cristiana, compró 9.700 hectáreas en las riberas del río Paraná.

Estos inversionistas son sólo unos pocos de los muchos que están acaparando las mejores tierras. No contentos con la quiebra de la industria, el arrasamiento de la actividad agropecuaria, la privatización y la reducción del estado, la política neoliberal impuesta por Estados Unidos viene por la apropiación física de estos países como parte de su ofensiva recolonizadora.

Situación de los productores nacionales Las exigencias del FMI de reducir la evasión fiscal, elevar el IVA del 18 al 21 %, aumentar el impuesto a la gasolina, y una cascada de gravámenes, han sumido en la pobreza una parte considerable de estos sectores. Valentin Levisman, presidente de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria, Coinagro, afirmó: "El modelo económico excluye a los pequeños y medianos productores".

El endeudamiento de los agricultores se calcula en 10 mil millones de dólares. Se acentuó durante el período de 1990-1992 por la acumulación de intereses vencidos, los que a su vez se dolarizaron con la equiparación del peso con el dólar. Lo anterior tuvo como consecuencia que entre enero de 1991 y diciembre de 1994, el costo de la intermediación financiera alcanzara 380%. Un estudio realizado por la Asociación Agrícola de la Pampa demostró que "una deuda que en 1990 significó una jaula de novillos, a febrero de 1994 implicara 9.7 jaulas, es decir, diez veces más".

La protesta se ha generalizado y los agricultores argentinos han parado varias veces, siendo su reclamo el mismo: refinanciación de las deudas y prohibición a la entrada de productos agrícolas. La Federación Agraria Argentina, FAA, con apoyo de las organizaciones políticas, gremiales y sociales, realizó el 26 de octubre de 1996, una manifestación en Rosario, estacionando los tractores frente a la sucursal del Banco de la Nación, lo que se llamó "el tractorazo". Los manifestantes se concentraron contra el modelo neoliberal, reclamaron la inmediata suspensión de las ejecuciones por deudas y la refinanciación de las mismas.

Esta protesta, enmarcada en la Semana de Resistencia al Modelo Económico, se extendió a todo el país e incluyó la defensa de las entidades de crédito estatales que el gobierno pretende privatizar. René Bonetto, presidente de la FAA, declaró: "Ésta es una cruzada en defensa del Banco de la Nación y los bancos oficiales de provincia, herramientas imprescindibles para el desarrollo de la producción". El dirigente gremial alertó:"Si se sigue profundizando el modelo se va a llevar a los chacareros al límite de sus fuerzas, y quien sabe quién sobrevivirá".

Hay mucha más historia que contar,pero dejémoslo allí.

LA ARGENTINA DE MACRI

Uno se entera que este caballero endeudo a su país, en lo que va de su período,  con US$ 60,000 millones y que acaba de lanzar un Bono Soberano de US$ 2,700 millones a una tasa del 7.9% anual y a 100 años plazo, lo que le viene causando enorme protestas y juicios a él y  u miniistro de hacienda.

Pero hay algo aún más complicado. La deenominada “Bicicleta Financiera” Un símbolo que se señala inversionistas de todo el mundo ganan millones.

Daniel Pardo de la BBC Mundo en Buenos Aires, nos ilustra sobre este mecanismo: Y nos señala en este idioma con su tono tan especial y aquello de bárbaro; las pavaditas; el che que nunca falta y el qué se yo querido, que esta bicicleta a la fecha anda bien  tiene las ruedas infladas, la cadenilla aceitada y un cómodo sillín de cuero. Pero quizá se quede sin frenos. 

La "Bicicleta Financiera", conlleva una enorme operación de cambio de dólares y pesos con la que banqueros e inversionistas han estado pedaleando fuerte en la Argentina del exempresario y actual presidente Mauricio Macri.

Todo ello gracias a un sistema cambiario flotante y la posibilidad de sacar provecho de una alta tasa de interés que es única en el mundo.

El gobierno niega la existencia de la "bicicleta": dice que el sistema cambiario que creó en realidad reduce el atractivo de la especulación con la moneda

Derechos de autor de la imagen AFP/EITAN ABRAMOVICH Image caption. Macri, un exempresario liberal, es amigo del mercado. Todas las instituciones influyentes del mundo financiero lo recibieron con los brazos abiertos. Eso, para muchos, es un problema.

Sin embargo, medios de comunicación, economistas y, sobre todo, críticos de Macri denuncian una "fiesta financiera" que al parecer favorece a los "lobos de Wall Street" a costa de trabajadores y consumidores de clase media, en medio de una política de ajuste inédita que ha impulsado el presidente argentino.

El gobierno dice que, si bien el ajuste puede ser doloroso para algunos, supuestamente es "necesario para revertir los males del populismo" de gestiones anteriores: inflación, déficit fiscal y recesión.

CÓMO FUNCIONA Y POR QUÉ ES NEGOCIO REDONDO

La maniobra, conocida en el mundo de las finanzas como carry trade, se suele dar en contextos de apertura económica y tasa de cambio estable, o barata.

Es lo que ha pasado en Argentina en el último año.

El país volvió con fuerza a los mercados internacionales en 2016 tras llegar a un acuerdo con los "fondos buitre", tenedores de bonos que llevaron al gobierno de Cristina Fernández Kirchner a la cesación de pagos (default) en 2014.

BilLE EN ARGENTINA

Derechos de autor de la imagen AFP/LEO LA VALLE Image caption . El peso argentino lleva un año y medio más o menos estable, pero en un escenario de alta inflación las tasas de interés siguen altas, por lo que invertir es un gran negocio.

Con eso, en el último año Estado, provincias y bancos emitieron miles de millones de dólares en deuda externa.

Encima entraron al país US$120.000 millones por un blanqueo de capitales promovido por el gobierno para repatriar dinero de argentinos.

Esa "lluvia de dólares" mantuvo la tasa de cambio estable, o como dicen acá: "planchada".

No obstante, la estrategia de Macri para bajar la inflación –que en 2016 fue 40% anual– no ha sido controlar la tasa cambiaria, sino fijar las tasas de interés en lo alto para promover el ahorro y sacar dinero de la calle.

BANCO CENTRAL Y LETRAS LEBACS

Por eso, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) fortaleció la emisión de deuda en pesos a través de Letras del BCRA, más conocidas como Lebacs, que dan una espléndida tasa de interés del 26% anual a 30 días.

La bicicleta, entonces, anda así: traer dólares, cambiarlos a pesos, invertir en Lebacs, ganar 2,2% en un mes, reconvertirlo en dólares a la misma tasa original y luego sacar el dinero.

"En los buenos meses la rentabilidad llegó al 20% anual de interés en dólares; eso no se consigue en ningún país del mundo", le dice a BBC Mundo Ariel Setton, economista de la Universidad de Buenos Aires experto en inclusión financiera. 

Derechos de autor de la imagen AFP Image caption  . El Banco Central argentino tiene una meta: bajar la inflación. Y para eso ha subido las tasas de interés, para que la gente ahorre y salga el dinero de la economía.

¿SE ESTÁ DANDO?

"Bicicleta financiera" no es un término nuevo en Argentina: en los años 70 y 90 los inversionista pedalearon en forma y en ambos casos todo acabó en traumáticas devaluaciones y fuga repentina de capitales.

Pero en el BCRA aseguran que esta vez es diferente, porque en aquellas oportunidades la tasa de cambio era predecible (en los 70) o fija (en los 90).

"El tipo de cambio flotante es central para nuestra visión sobre la posibilidad de que Argentina logre tener ciclos más ordenados, menos intensos, y, se podría decir, más 'saludables'", dijo el presidente del BCRA, Federico Sturzenegger, en un discurso reciente.

Aunque se ha mantenido "planchado" por la lluvia de dólares, el peso se ha movido durante el año por factores externos como la elección de Donald Trump en EE.UU. y la crisis política en Brasil. 

Derechos de autor de la imagen AFP/CHRISTIAN MIRANDA Image caption .Argentina vive ahora un momento de dólar barato, por lo que en medio de la inflación local, muchos salen a Chile y otros países a hacer compras.

En la últimas tres semanas, de hecho, el peso se devaluó 2%, en parte porque el ponderador de fondos Morgan Stanley Capital Internacional no pasó a Argentina a su referente de "mercado emergente", como se esperaba.

Eso pudo haber mermado la rentabilidad del ciclista financiero que no cobró sus Lebacs antes de la inesperada devaluación.

"El tipo de cambio flotante genera un cierto grado de incertidumbre que impide que esta clase de operaciones tenga ganancias seguras", le dijo a BBC Mundo un vocero del BCRA que pidió no revelar su nombre.

QUIÉN PIERDE

El cambio que ha promovido Macri a la economía tiene, por supuesto, ganadores y perdedores.

Con el "dólar planchado", por ejemplo, ganan importadores y viajeros argentinos, pero pierden exportadores e industrias manufactureras.

Con las tasas de interés altas se logra contener la inflación, pero cae el consumo y aumenta el desempleo.

El BCRA estima que, fuera del blanqueo, de los US$4.000 millones que entraron al país del exterior, tres cuartos fueron al mercado financiero en lugar de a la economía real. 

Derechos de autor de la imagen AFP/EITAN ABRAMOVICH Image caption. Hay un sector de la población que ha visto cómo su calidad de vida, antes basada en generosos subsidios y poder de consumo, ha ido cayendo.

Esta "fiesta financiera" no se traduce en nuevas empresas o infraestructura, advierten los analistas. Y, además, tiene sus riesgos.

"Ahora todos están de fiesta comprando Lebacs al 26% porque creen que el día del juicio final, cuando haya una devaluación, van a poder sacar sus pesos y comprar sus dólares", le asegura a BBC Mundo Carlos Rodríguez, viceministro de economía en 1997 y rector del Centro de Estudios Macroeconómicos de Argentina.

"Pero la pregunta es si el BCRA, en una corrida de esas, va a tener forma de pagar (…) Recuerda que esto no son reservas que generamos con exportaciones. Son los ahorros de la gente que los bancos están poniendo en Lebacs y el día que explote la cosa, serán los ahorros de la gente lo que está en juego", opina.

Algunos esperan un escenario de corrida tras las elecciones legislativas de octubre, porque al parecer después de celebradas habrá una devaluación.

El vocero del BCRA admite que la estrategia de altas tasas de interés "no está exenta de riesgos. Y el principal de esos riesgos es el cambiario".

Pero el BCRA dice que para eso está el sistema de fluctuación y, por otro lado, "la hoja de balance está equilibrada y no exhibe nada riesgoso" en términos de reservas.

Para ellos, los frenos de la bicicleta, si se necesitan, están ajustados.

Pero muchos argentinos temen un escenario como el de los años 70 y 90, cuando las "corridas" resultaron en megadevaluaciones e hiperinflación.

La carrera, por ahora, está en curso. Y habrá que ver si todos ¬–o si solo los miembros de la "fiesta"–¬ llegan a la meta sin descalabros.

GENTE EN ARGENTINA

QUOTE

El mismo Daniel Pardo de BBC nos señalaba en noviembre el año pasado en Cuánto aumentó la deuda de Argentina desde que Mauricio Macri asumió la presidencia y por qué puede convertirse en su talón de Aquiles.


Derechos de autor de la imagen AFP/EITAN ABRAMOVICH Image caption. Macri puede ser víctima de su propio éxito al haber vuelto Argentina a los mercados internacionales.

ALGO –O ALGUIEN– TENÍA QUE AGUAR LA FIESTA.

En Argentina, un grupo cada vez más grande y diverso de economistas y políticos muestran preocupación por los niveles inéditos de endeudamiento a los que ha llegado el gobierno de Mauricio Macri, a un mes de cumplir un año en el poder.

Este nerviosismo contrasta con el entusiasmo que se siente en algunos círculos y medios de comunicación, que celebran con frases como "no terminamos como Venezuela" el viraje de las políticas "populistas" del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

Con el cambio de forma y algunas medidas concretas –como ajustar tarifas de servicios públicos, negociar con la oposición y buscar más transparencia en las cifras– Macri logró generar la suficiente confianza interna y externa para pagar una deuda de US$9.300 millones con tenedores de bonos.

Con eso, Argentina volvió a los mercados internacionales después de 15 años. Y sí que lo ha aprovechado.

En estos 11 meses, gobierno, provincias y bancos argentinos han recibido US$40.000 millones en préstamos, con lo que la deuda pública queda en cerca de US$200.000 millones, que representan casi el 30% del Producto Interno Bruto (PIB).

Los números son alarmantes para algunos economistas; no por lo que revelen en sí, porque a niveles latinoamericanos Argentina sigue siendo uno de los países menos endeudados.

Lo que temen, más bien, es que la llamada "lluvia de dólares" pueda echar para atrás todo lo "bueno" que consideran se ha hecho para bajar la inflación, reducir el déficit y recuperar el crecimiento.

Derechos de autor de la imagen AFP Image caption . El mayor reto de Macri es lograr un ajuste profundo de las políticas públicas que permita equilibrar las cuentas sin que esto le torne el país en un mar de protestas.

LOS TRAUMAS DEL PASADO

El temor tiene el trasfondo en experiencias anteriores, cuando un alto déficit fiscal se financió con emisión de deuda sin la resolución estructural de la manera como Argentina paga sus cuentas.

Pasó, guardadas las proporciones, en 2001, cuando el esquema de financiamiento internacional se cerró de repente en medio de una profunda crisis política y económica que terminó en el famoso "corralito" (la restricción de los depósitos bancarios) y en una explosión social que dejó 39 muertos.

Pasó, también, en 1989, cuando varios planes gubernamentales para contener la inflación usando préstamos para financiar el déficit no funcionaron y se creó un ambiente de incertidumbre que disparó la fuga de capitales, generó hiperinflación y aceleró la salida del poder del entonces presidente, Raúl Alfonsín.

Y pasó durante el régimen militar en 1979, cuando el gobierno de facto hizo varias minidevaluaciones sin reducir el gasto y no pudo contener la pérdida de reservas, lo que obligó a hacer una devaluación traumática y llegar, una vez más, a rozar la hiperinflación.


Derechos de autor de la imagen AFP Image caption  .Argentina, en su nueva etapa, ha recibido apoyo de varios frentes, entre ellos de Estados Unidos: Barack Obama y el Secretario del Tesoro, Jack Lew (foto), estuvieron en Argentina, en un gesto de aprobación.

Los argentinos saben del riesgo que implica emitir deuda, un mecanismo de financiación que en teoría es necesario y todos los gobiernos del mundo utilizan.

No en vano la deuda es uno de los aspectos que más utiliza la expresidenta Fernández, que representa a una facción importante de la oposición, para criticar a Macri.

"¿Adivinen quién lo va a pagar?", se preguntó en una reciente intervención difundida en las redes sociales.

"No va a ser la banca extranjera, no va a ser el gobierno; van a ser los millones de argentinos y argentinas".

POR QUÉ PUEDE SER UN PROBLEMA

Por mucho que sean críticos de Fernández, algunos analistas que cuestionan el endeudamiento del gobierno Macri comparten la preocupación de la exmandataria.

Derechos de autor de la imagen AFP Image caption . Aunque los analistas dicen que el ajuste no se ha hecho, el aumento de las tarifas de servicios públicos fue traumática para muchos argentinos, que viven con una inflación del 40% anual.

Y, en términos generales, lo explican así: los préstamos que ha recibido el gobierno no se están gastando en planes a largo plazo que puedan generar el dinero para cancelar esa deuda, sino en pagos de caja menor, reducción del déficit fiscal y aumento de las reservas internacionales.

La pregunta es qué va a pasar con la deuda y el gasto del gobierno el próximo año.

Los expertos consultados por BBC Mundo explican que las inversiones mixtas y privadas de hasta US$50.000 millones que Macri dice haber consolidado no son del todo directas y son consideradas "inversiones golondrina".

En otras palabras, son capitales que pueden volver a salir del país en cualquier momento de incertidumbre o crisis internacional.

Macri ha mantenido los altos niveles de gasto público del gobierno anterior, en parte debido a la presión que ejercen sindicatos y gremios y en parte, aseguran analistas, porque en 2017 habrá elecciones legislativas.

Argentina tiene uno de los niveles más altos de gasto público de la región, que en un 80% se destina a servicios sociales (salud, educación o vivienda) y económicos (infraestructura, fomento o transferencias).

Si el gobierno sigue gastando más de lo que tiene, coinciden los especialistas, tarde o temprano, de una u otra manera, se va a quedar sin dinero para pagar a los emisores de deuda.

Y, con eso, podría volverse a los escenarios del pasado.

BBC Mundo habló con el Ministerio de Hacienda y Finanzas en busca de un comentario para este artículo, pero no obtuvo respuesta concreta hasta el momento de publicación.

"Por ahora tenemos calma,al menos hasta septiembre-octubre del año próximo", dice Hector J. Rubini, profesor e investigador de la Universidad del Salvador, con sede en Buenos Aires.

Derechos de autor de la imagen AFP/EITAN ABRAMOVICH Image caption .Macri no ha reducido el gasto público y ha negociado con sindicatos y gremios. Muchos temen que eso no es sostenible.

"La preocupación es que se observa un fuerte crecimiento del déficit fiscal y de la deuda pública, pero no de la inversión productiva; y eso, sumado al atraso del tipo de cambio real, puede generar en el futuro serias dudas sobre la capacidad efectiva del Estado de generar suficientes dólares y pesos para pagar los compromisos con los acreedores", le asegura el economista a BBC Mundo.

Juan José Cruces, director del Centro de Investigación en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella, en Buenos Aires, añade: "Nuestra sociedad se cree mucho más rica que lo que es y está demasiado lista a desacreditar a cualquier gobierno que le pida un ajuste".

Y hace un llamado: "Tomemos conciencia que el endeudamiento es una solución transitoria a un problema fiscal".

"Yo tengo la esperanza de que el gobierno lo haga luego de las elecciones de 2017", dice en referencia a un ajuste que implicaría reducir significativamente el gasto público, que ha sido históricamente alto.

Y concluye: "El riesgo es que nunca lo hagamos, ahí sí que estamos en problemas".

Un recorte, sin embargo, podría tener efecto en los programas sociales que Macri prometió mantener, algo quizá más impopular que endeudarse.

En ambos casos, una fiesta tendrá que aguarse.


Escrito por

dennis falvy

Economista de la Universidad Católica con un master en administración en la Universidad de Harvard; periodista en economía .


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