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TULIPANES : LA PRIMERA BURBUJA QUE REVENTO

PERO HAN HABIDO VARIAS CRISIS: LA PEOR LA DEL AÑO 29 EN WALL STREET

Publicado: 2017-06-15

Por : Dennis Falvy  

Escribí hace un par de días sobre el tema del Bitcoin,aludiendo a la crisis del  punto .com  y la de los tulipanes ,lo que me ha causado preguntas sobre esa crisis de la flor de parte nada menos que de  Perico , el del apellido materno  Salvatecci , quien ha reaparecido , luego de una larga ausencia en que no sabía nada de él, pues voto por Kuczynski y ahora lo detesta. 

Estuve en cura de silenció Dennis me dijo en el fono. Tenías toda la razón tú y Harry el Sucio en "Magnum 44"  . Lo calmé,  le recomendé, dependiendo de la hora, un Whisky  "Swing" o un 12 años chivas ( detesto el que tomaba Toledo etiqueta azul , huele muy fuerte)  con hielos de agua de primera y si puedes de botella  Perrier comprada en sitios seguros   y sólo "One shot business  y sin nada en el estómago. Si no tienes acceso al agua francesa, tal vez un Vodka ruso original y un martini seco sin aceituna es equivalente. Y a cualquier hora del día, pero en ayunas.


¡Que jodido que eres Dennis¡, me espetó Perico. Sólo le respondí lacónicamente, a  mi me funciona y sólo lo hago de cuando en vez. La carcajada en el teléfono fue suficiente para que se olvidara de su metida de pata con PPK, que está en otra.  

  

Y aunque  me parece que ya escribí sobre el tema aquí en la Mula pe en mis inicios en el año 2,015,voy a acceder,  a  los requerimientos de Perico, porque es un amigo bueno  , pero presentando una muy breve reseña de varias crisis, antes de esta terrible del año 2,008, denominada subprime, y que muchos analistas temen que no ha resuelto una probable burbuja que se manifiesta en , por ejemplo ,cómo se comporta la critpmonedas Bitcoin en las Bolsas y como la inmensa liquidez se ha amortiguado por la oferta básicamente de la China con su producción masiva y al alcance de una enorme demanda de nivel internacional, así como la inflación en la Bolsa que ha llevado a los indicadores de ella en Wall Street a niveles que se supone no tienen sustento alguno. 

Es lógico colegir que el manejo de los bancos centrales con su Señoreaje y en este caso electrónico, el que ha sustituido a la impresión de billetes, hay quienes sostienen que no queda otra por el “Efecto Dominó” o si se quiere el famoso “Too Big To Fail”, pero es asimismo claro que el problema no sólo no está resuelto, sino que es acompañado y hasta superado por tambores de guerra que suenan cada vez más alto, se amortiguan, pero los nacionalismos y descontentos vienen in crescendo.

BREVE RESEÑA DE CRISIS

En un par de los famosos libros sobre el crash ocurrido en 1929,”The Great Crash“de John Kenneth Galbraith y “The Day the Bubble Burst”: A social History of the Wall Street crash of 1929 de Gordon Thomas y Max Morgan Witts que leí con avidez, cuando estudiaba economía hace ya tantos años, habían 2 anécdotas que me encantaban:

a) ¿Quiere usted una habitación para pasar la noche?. No hay problema; firme aquí y tenemos un montón en el primer y segundo piso; en los pisos superiores estamos full booked, pero haga su cola, pues cada vez saltan de ellas mas pronto. (ocurrido en el Waldorf Astoria de New York en el Jueves Negro del 24 de Octubre de 1929).

b) Octubre es un mes horrible para invertir en la bolsa, los otros meses que también son horribles : enero junio, septiembre, julio, diciembre, febrero , agosto , marzo, mayo, abril y noviembre.

HAN HABIDO VARIAS CRISIS

Una que es famosa, es la de los Tulipanes (5 de febrero de 1637), así como la de los años de 1873 y 1907, tratados por Kindleberger en su célebre libro Manias, panics and crashes: A history of financial crisis, texto altamente recomendable, pasando por la reciente de 1,987 el lunes negro del 19 de octubre. Asimismo debido a la crisis de los tulipanes es muy recomendable el libro de Trian de Bes: “El hombre que cambio su casa por un Tulipán”.Y ni hablar de la sub prime del 2,008, la cual aún no se soluciona y que ha traído deuda e inmensa liquidez en los mercados internacionales.

MORGAN

Si bien John Pierpont Morgan no tuvo la fortuna de los Rockefeller, en sus 75 años de vida hizo innumerables cosas, como hacer fusiones y crear la Corporación de Acero de los EE.UU o entrar de lleno a los ferrocarriles o ser un inversor en arte. Pero hay dos situaciones que “La Casa Morgan” creada por él lo pintan de cuerpo entero y le dieron la posibilidad de intervenir.

a) En el año 1895 le salva las finanzas al presidente Cleveland, pues el Tesoro Federal estaba prácticamente quebrado. Morgan llega a un acuerdo y vía un Sindicato privado en Wall Street consigue proveer al gobierno con US$ 65 millones de tal forma de que se pueda emitir deuda y permitir el recupero de las arcas, incluso a una situación de superávit de US$ 100 millones. El presidente fue duramente criticado por el ala agraria de su partido democrático y esto hizo que Morgan luego monitoreara las elecciones logrando que el republicano William MCkinley sea elegido en el año 1896 y reelegido en 1,900.

b) En octubre de 1907 la bolsa bajo a la mitad su capitalización bursátil. Hubo una manipulación grosera de acciones liderada por Fritz August Heinz quien con su socio Charles Morse trataron de aumentar su patrimonio que ya contaba con varios bancos y empresas. La falta de un banco central que fuera capaz de ser un prestamista en última instancia, desato una crisis brutal con retiro masivo de ahorristas y quiebra de bancos. Morgan fue capaz de morigerar ese pánico financiero, dicen algunos que encerrando a varios banqueros neoyorquinos en su Casa Morgan, hasta que ellos con él pusieron mucho dinero y lograron apaciguar la crisis.

A la muerte de Morgan su hijo asume el control de los negocios y participa en la creación y control de la FED con otros 11 banqueros, dentro de los cuales está la famosa familia judeo-francesa de los Rothschild y el propio Rockefeller.

BLACK   TUESDAY & MONDAY  ASIMISMO NEGRO 

El 11 de agosto de 1987 Alan Greenspan había reemplazado a Paul Volcker como presidente de la FED. Greenspan conocía que la inflación había trepado en el año 1986 de 1.8% al 3,6.

 Era consciente entonces que tenía que subir la tasa de interés y así lo ha reconocido en su interesante libro de “La era de las Turbulencias”, como que Wall Street estaba en un episodio de alta especulación. Así que en septiembre hizo el cambio.

Subió la tasa de descuento con que la FED le cobraba a sus prestamistas del 5.5% al 6% y por ende las otras oficiales treparon del 6.75% al 7.25% y aparentemente no pasó nada. Sin embargo y a pesar de uno que otro aviso, al cual no se le dio la importancia debida, el 19 de octubre de 1987, el Dow Jones bajó 22.6% y en un solo día se consignaron US$ 550,000 millones de pérdidas. 

El lunes negro había golpeado a Warren Buffet con US$ 347 millones; a Bill Gates con US$ 255 millones; a la familia de Sam Walrom de los almacenes Wal-Mart con US$ 1,750 millones y a millones de inversionistas. Enterado del pánico y a sabiendas de como se había avivado el fuego en el año 29, Greenspan suspendió una conferencia en Dallas y mediante unos contactos , lanzó su famoso comunicado oficial en que decía que la FED estaba preparado para actuar como prestamista de última instancia. 

El liderazgo que asumió, los esfuerzos para que Wall Street no cierre, y los intereses que al mes siguiente y hasta febrero pasaron del 7.25% al 6.25%, fueron desvaneciendo el “Martes Negro”. En el primer trimestre de 1988, la economía estadounidense registro un 2% de crecimiento y en el 2do trimestre se elevó al 5%. La calma volvió a Wall Street.

¿QUE CAUSO EL PANICO?

Hay cientos de papers y libros al respecto y al final del día han quedado tres posibles ocurrencias, que en su momento pudieron mezclarse:

a) El enorme déficit acumulado del gobierno estadounidense.

b) La suba de intereses efectuadas por la FED en septiembre.

c) La nueva tecnología implantada, que hizo posible que el mercado spot de Wall Street y el de derivados de Chicago obtuvieran una rapidez inusitada.

En realidad muchos de los autores y analistas señalan, que fue el factor (c) el que propicio la cadena de ventas super rápidas, como nunca se habían dado en el pasado.

LA CRISIS DE MEXICO

La administración de Salinas de Gortari no hizo ajuste alguno al peso sobrevalorado y en su 6to año gasto a manos llenas, a fin de mantener su popularidad. A inicio del año 1,994 entró en práctica el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y el presidente emitió tesobonos que se compraban y vendían en pesos, pero se cotizaban en dólares.

 Con la banca estatizada se optó por la nacionalización de la misma; se dieron créditos excesivos y encima hubo el asesinato del candidato Colosio y el del secretario del PRI Ruiz Masseau. 

Para remate un levantamiento que sólo duro 2 semanas en Chiapas, puso nerviosos a los inversionistas que se deshicieron de los tesobonos, agotando las reservas en dólares del Banco Central. La administración Zedillo hizo la devaluación esperada pero no funciono. La crisis estalló. Bill Clinton pidió US$ 20,000 millones al Congreso, pero su pedido fue rechazado. Se tuvo entonces que recurrir a un Fondo de Estabilización de Divisas (US$ 20,000 millones) que by paseo al Congreso; al FMI (US$ 30,000 millones) al BIS (US$ 10,000 millones) y al Banco de Canadá, Brasil y Argentina (US$ 2,000 millones) .

La paridad quedo entonces en 6 pesos por dólar y el país con tan enorme rescate que sirvió mayormente para los pagos de las deudas, volvió a la normalidad.

LA DEL SUB CONTINENTE ASIATICO

Escribir sobre esta crisis tomaría un libro completo por su complejidad y repercusiones, amén de que muchos de los habitantes del Asia le echaron la culpa de ella al FMI.

El caso es que empezó con una devaluación del Bath tailandés, al que siguió como efecto dominó las devaluaciones de Malasia, Indonesia y Filipinas, para luego adentrarse a Hong Kong, Corea del Sur y Taiwán y de ser una crisis regional pasar a ser una de carácter mundial. Explicaciones hay muchas, incluso como el crecimiento de estos países fue del orden del 8% al 12% del PBI se le dio llamar a ello: “El Milagro Económico Asiático”; es decir “Los Tigres del Asia”; lo que fue combatido por Paul Krugman, quien señaló que el milagro no era tal, pues la suba de la tasa de interés había atraído ingentes cantidades de dinero, pero la productividad de los factores de producción era sólo margina

 El caso es que en pocas semanas sólo en Indonesia 21 millones pasaron a la categoría de pobres y esto fue la base de la caída de Suharto, que había gobernado por 30 años en ese país. El FMI generó un paquete de US$ 40,000 millones y se metió a fondo a arreglar el problema, ante las reticencias de la población de diversos países, que sentían los enormes ajustes que esta institución demandaba. Se señala que una de las posibles causas, fue que la política de Greenspan en la FED, que logro estabilizar su país y por ende subir la tasa de interés, hizo que mucho capital emigrará a los EEUU y que estos países asiáticos al tratar de retenerlos con nuevas subas, descalzaron sus monedas que estaban con tasas fijas, amén de que al no devaluar bajaban sus exportaciones y empeoraban su déficit en cuenta corriente. .

LA EXUBERANCIA IRRACIONAL

En diciembre de año 90, durante el boom bursátil que había en Wall Street con acciones de punto.com a la suba; el ya famosísimo Presidente de la FED, Alan Greenspan, en su discurso titulado” the Challenge of Central Banking in a Democratic Society”, celebrado en el American Enterprise Institute For Public Policy Research, sostuvo que:

“Claramente una inflación baja sostenida implica menos incertidumbre en el futuro y asimismo una prima al riesgo baja implica mejores precios de las acciones y otros activos productivos”. Esto podemos verlo en la relacion inversa exhibido por proporciones de precio ganancias y la cantidad de inflación en el pasado. Pero… ¿ cómo saber que la exuberancia irracional ha escalado excesivamente a los activos productivos que entonces se convierten en el sujeto de contracciones inesperadas y prolongadas como ha presenciado el japón, en el ultimo año”?

Demás está decir que eso de la “Exuberancia Irracional” caló hondo en los inversionistas y las bolsas se vinieron abajo, pues tal era el liderazgo del Dr. Greenspan. Por ello muchos lo acusaron de haber precipitado la caída del cenit del boom de las acciones tecnológicas de punto.com, lo cual se ha probado falso. En todo caso la vida de este economista virtuoso del saxofón, es algo digno de estudiarse. Su fama fue tal, que llego un momento que los gnomos de Wall Street señalaban que si fallecía tenían que conseguir un doble, para que los mercados estuvieran tranquilos.

HAY MAS, PERO

Hay como se ve innumerables crisis a los que el FMI ayudado por el BIS (banco inicialmente creado para el pago de las reparaciones de guerra a cargo de los alemanes) y otras entidades financieras han acudido al rescate, aunque se señala críticamente que en favor de los intereses del imperio. 

La seria crisis de los Tigres de Asia asustó al rebaño y hasta Soros hablo de una remodelación de la arquitectura financiera que fue manejada a favor de los EE: UU en Bretton Woods allá por el año 1944. Pero a pesar de las presiones de connotados inversionistas, como el filántropo millonario y el mismo Buffet, las cosas han ido de tumbo en tumbo.

 Y es que se señala una leyenda de la literatura financiera que los gnomos de Zúrich y Wall Street, acompañados por la gran banca, son los que quieren dominar al mundo y que los del estilo capitalista come niños, se retuercen el bigote mientras estrangulan a pobres gatitos.

 Se enfatiza entonces que estos gnomos, se creen los dueños absolutos de la economía y advierten que de no pasar por su aro, aquellos serán propicios de sus iras santas y manías persecutorias.

Hay pues toda una leyenda que se asocia a los gnomos de Wall Street a quien incluso se les endilga la culpa de haber financiado a Hitler y mediante la FED, que es una entidad privada, haber dejado que la crisis sub prime en el año 2,008 reviente y sea la base, junto con los productos derivados y el complejo problema geopolítico que abarca a la China, Japón, la misma India y Rusia, por sólo citar algunos países involucrados, lo que puede incluso llevar a un crash de proporciones inesperadas o a una enorme conflagración mundial. Esperemos que no se lleve a cabo esa lúgubre profecía.

ABC BLOG

En junio del año año 2,013 Víctor Ruiz Almirón escribió que en paralelo a la Guerra de los Treinta años (1618-1648) Holanda vivió una época de crecimiento y apertura comercial que la situaron como una de las potencias emergentes del nuevo orden internacional. En ese periodo de riqueza, las clases dirigentes holandesas encontraron en los tulipanes un nuevo objeto de deseo.

El tulipán es una flor originaria de Asia central. En 1593 Carolus Clusius, un experimentado botánico que cuidaba los jardines del emperador Maximiliano, decidió embellecer las propiedades de su señor e introdujo en Holanda los primeros tulipanes. Procedían de la actual Turquía, en donde también servian de atrezzo para las residencias de los sultanes.

Poco a poco, las clases nobles fueron coleccionándolos, convirtiéndose en un símbolo de riqueza. Aunque se trataba de un mercado propio del verano, los comerciantes fueron capaces de idear algo muy similar a lo que hoy en día sería un mercado de futuros.

Los productores prometían entregar un bulbo determinado en la época en que floreciese y los compradores adquirían un derecho de entrega. Comenzó a convertirse en un proceso especulativo.

Cuenta el periodista escocés Charles Mackay en su libro «Delirios multitudinarios: la manía del tulipán y otros mercados enloquecidos» que en 1935 se llegaron a vender cuatro decenas de bulbos por 100.000 florines, el salario anual de un artesano rondaba los 200 florines. Había también diferentes tipos, como los productos financieros actuales, unos más sofisticados y exclusivos que otros.

Poco a poco, el mercado fue trascendiendo a las clases populares. El innovador mercado de futuros y la entrada de pequeños inversores terminó por disparar los precios de un bulbo de tulipán. El inicial interés por la posesión del tulipán se suplió por un creciente mercado de compra venta de derechos.

 En muchas ocasiones no llegaba a tenerse el producto adquirido antes de venderlo por una jugosa rentabilidad adicional. El libro «15+1 crisis de la bolsa» apunta a que en el verano de 1636 un derecho sobre un bulbo se intercambiaba a 20 florines; en noviembre, los derechos se intercambiaban a 50 florines, y finales de año ya llegaban a los 100 florines.

Pero al tratarse de un producto condicionado al devenir de las condiciones climatológicas, cuando las cosechas de 1637 vinieron mal dadas comenzaron las tensiones. Las ventas de primavera no fueron tan bien como se esperaba.

 En un precedente calcado de la crisis de las hipotecas subprime, se empezó a desconfiar de las garantías que se habían aportado para adquirir tulipanes. Llegó un momento en que el precio se consideró excesivo y las órdenes de venta se sucedieron.

 La razón principal es que la ostentación que había dado pie a la burbuja y había generado jugosas ganancias, comenzó a derrumbarse como un castillo de naipes. Los acuerdos no se respetaron y un incumplimiento siguió a otro. En la caída, recordando por ejemplo al pinchazo de las puntocom, quedaron atrapados miles de pequeños ahorradores.

Aquella crisis golpeó de lleno la economía holandesa. Pero la potente máquina comercial de los años del «boom» no se perdió en el olvido. Los Países Bajos se convirtieron en el mayor exportador mundial de flores. La floricultura fue el legado positivo de la que ha sido catalogada como la primera burbuja especulativa de la Historia, cuyos patrones se repitieron hasta los albores de las crisis financieras de nuestro siglo.

EL BLOG SALMON

Este episodio, acaecido en Holanda en el siglo XVII, es uno de los ejemplos más citados a la hora de ilustrar el concepto de burbuja especulativa. Quizás es, por el objeto de la especulación, uno de los más curiosos, aunque desde luego no el único.

Los tulipanes llegaron a Europa Occidental a finales del siglo XVI, y en un principio no eran demasiado populares (ya que en su estado natural no es una flor especialmente atractiva). Sin embargo, tras verse afectadas por un virus, empezaron a surgir una gran variedad de colores y una forma, irónicamente, más agradable, lo que provocó un creciente interés por ellos.

La boyante situación económica en Holanda, derivada de su gran actividad comercial, hizo el resto; y a principios del siglo XVII, los bulbos de tulipán se convirtieron en piezas de coleccionista.

En la década de 1630, el panorama se volvió enloquecido, con un mercado de los tulipanes cada vez más activo.

 Los precios ascendían sin parar, alcanzando cifras desorbitadas; en 1635 se llegaron a pagar 100.000 florines por 40 bulbos, y por un bulbo de la preciada especie Semper Augustus, se podían pedir 5.500 florines.

 En esta situación, generalizada en todo el país, se generó la ilusión de que siempre se ganaba en el mercado del tulipán. Independientemente de a qué precio se comprara, alguien siempre estaría dispuesto a pagar más. Gentes de todas las clases se lanzaron a comprar bulbos de tulipán, deshaciéndose de sus bienes más básicos, con la esperanza de revenderlos obteniendo un beneficio. Un marinero desconocedor de los tulipanes fue encarcelado tras comerse por error un bulbo.

Sin embargo, en algún momento a principios de 1637, algunos de los especuladores detectaron signos de agotamiento del mercado (por vez primera no se vendió una colección exclusivísima de tulipanes), y decidieron que era buen momento de vender y salir del mismo con sus ganancias. Esta actitud se contagió rápidamente y el pánico se apoderó del país. 

Quienes tenían bulbos en esos momentos, adquiridos a precio de oro, se encontraron sin compradores. La situación no era mejor para los que habían comprado mediante un contrato de futuros: se veían obligados a comprar a un precio que ya no era el de mercado.

La situación era tal que el gobierno holandés trato de mediar, estableciendo unas normas que consideraban nulos los contratos realizados a partir de noviembre de 1636, y que establecían que los contratos de futuros debían ser satisfechos con un 10% de la cantidad establecida inicialmente.

 Sin embargo, estas medidas no dejaron contento a nadie: los compradores se veían obligados a pagar por algo que ya no tenía valor, y los vendedores tenían que vender a un precio menor que el acordado.

La explosión de la burbuja dejó, como siempre ocurre, vencedores y vencidos. Vencieron aquellos que se salieron justo antes de la explosión, acumulando grandes beneficios. Perdieron quienes habían liquidado su patrimonio para especular con bulbos y al final se quedaron con tulipanes y sin casa. Y perdió el país, que durante años se vió sumido en una importante depresión económica.

GEEPESE TULIPOMANIA

El motivo que llevó a Holanda a esta profunda crisis fueron los desorbitados precios que alcanzaron los tulipanes en el siglo XVII en Holanda y su posterior caída en picado de los mismos, lo que llevó a muchas personas a la más absoluta ruina.

En 1559 llegan a Holanda los primeros tulipanes. Provenientes de Turquía, donde se consideraba una flor sagrada, pronto se extendió como una plaga por los terrenos holandeses, donde las características del suelo ganado al mar, resulta óptimo para su cultivo.

 En los años siguientes aparecieron diferentes tipos de tulipanes nunca vistos hasta antes, más altos, más coloridos, diferentes tonalidades… en poco tiempo el tulipán se había consolidado como un símbolo de ostentación y poderío económico entre la alta sociedad holandesa, todo el mundo quería tener uno.

 El proceso por el cual el tulipán cambiaba de color era un secreto en aquel entonces para los agricultores (hoy se sabe que ese proceso se debe al virus inoculado por el pulgón a la planta), que intentaron dar con un proceso que les proporcionara tulipanes de colores a su gusto. 

El color de la flor era aleatorio, nadie podía controlar de qué color sería un tulipán hasta que no había florecido, con lo que ciertos tulipanes con ciertos colores estaban mejor cotizados que otros más comunes, con lo que el precio de la flor comenzaba a subir paulatinamente. 

A comienzos de la segunda década del siglo XVII el precio de los tulipanes comenzó a crecer de forma descontrolada hasta precios increíbles: se llegaron a vender casas señoriales, campos de cultivo, o granjas enteras a cambio de un solo bulbo. 

El precio de los tulipanes subía sin parar, nadie veía el fin a un negocio que dejaba unos rendimientos de hasta el 500% al inversor. Gran parte de la alta sociedad holandesa comenzó a depositar toda su fortuna en el cultivo del tulipán. Nombres de coloridas variedades como el “viseroij” eran sinónimo de riqueza instantánea.

 Pero a esta locura colectiva todavía le quedaba un coletazo mayor: en 1636 la peste bubónica asola gran parte e Europa, dejando la mano de obra realmente escasa. La reacción no se hizo esperar: el precio del bulbo se disparó por las nubes (si es que ya no lo estaba). Hipotecas sobre sus propios hogares, trabajos gratuitos hasta 15 años, todo valía para invertir en el tulipán.

 La locura llegó a extremos que ni el comprador ni el vendedor había visto en su vida el tulipán que se estaba vendiendo, tan solo operaban con un bono sobre un “teórico” tulipán que estaba plantado en algún campo ganado al mar. 

Todo valía para comprar tulipanes, los beneficios eran extraordinarios y a mediados de los años 30 del siglo XVII grandes y pequeños inversores habían hecho fortunas increíbles en cuestión de pocos años. Todo era ganancias y lujo. Hasta que llegó el 5 de febrero de 1637. Aquel día se hizo la última gran venta de tulipanes: 99 tulipanes a 90.000 florines (unos 15.000 euros hoy en día). 

El 6 de febrero medio kilo de tulipanes salían a la venta por un precio inicial de 1.250 florines y nadie pujó por ellos. Las voces más críticas con el mercado podríamos llamarlo “tulipanero” se hicieron escuchar clamado por el absurdo precio que habían alcanzado aquellas flores que tan solo florecían dos semanas al año: el mercado había reventado. La psicosis colectiva ordenaba a todo el mundo vender y vender, pero no había un solo comprador dispuesto a desembolsar las fortunas que se había pedido hasta ese día. 

Para la gran mayoría de los inversores ya era demasiado tarde para bajarse del tren: el precio de los tulipanes caía de forma brutal. Casas hipotecadas, créditos salvajes a largos años a cambio de unas flores que en esos momentos no valía nada, nadie las quería. A los pocos días los pequeños inversores había entrado en quiebra perdiendo todas sus posesiones.

 A la semana grandes familias estaban en bancarrota y a las pocas semanas Holanda entraba en quiebra. Los ayuntamientos ordenaban leyes que anulaban las deudas contraídas por los inversores y los juzgados se colapsaban de acreedores, pero para la mayoría ya era demasiado tarde. Se acababa de un plumazo el sueño de ser rico al instante y lo que es peor, miles de personas habían perdido casas, trabajo o familia: no tenían absolutamente nada. 

Para saber más Libro de Fernando Trías de Bes. “El hombre que cambió su casa por un tulipán”. En este libro, Fernando Trías de Bes, reputado economista y autor de bestsellers como La buena suerte y El libro negro del emprendedor ofrece respuesta de forma sencilla y directa y analiza las burbujas más irracionales de la Historia. A partir de ellas proporciona las claves del panorama actual con el objetivo de extraer conclusiones, evitar futuras burbujas y otras posibles

ECONOMIPEDIA

La crisis de los tulipanes fue la primera gran burbuja económica de la historia moderna. Ocurrió en los años 30 del siglo XVII en un periodo de gran prosperidad en los Países Bajos. El objeto de la burbuja fueron los bulbos de tulipán, que multiplicaron su valor por 100 en tan solo cuatro años, para después caer estrepitósamente creando una grave crisis económica.

A principios del siglo XVII las flores se convirtieron en símbolo de ostentación de riqueza en el centro de Europa. Y entre estas flores, el tulipán era el mayor exponente de riqueza, gracias a las variaciones inexplicables que surgían en algunos de sus bulbos, resultando bulbos multicolores e irrepetibles.

Este exotismo desembocó en una locura compradora de tulipanes que duró varios años, llegando a provocar la primera gran crisis financiera de la historia reciente.

SURGIMIENTO DE LA CRISIS DE LOS TULIPANES

El exotismo de los bulbos de tulipán provocó una euforia productora y compradora, provocando que los precios de los tulipanes aumentasen exponencialmente. Todo el mundo quería invertir en tulipanes, era un mercado siempre al alza, nadie podía perder. La gente incluso llegó a dejar sus trabajos para dedicarse al cultivo de tulipanes. Este hecho es común con otras burbujas económicas, donde se dejan los trabajos prinicpales para dedicarse a la actividad que rodea el activo “burbujeado”.

En 1623 un solo bulbo de tulipán se podía vender fácilmente por 1000 florines, mientras que el sueldo medio anual de un holandés era de 150 florines. Es decir, un holandés medio debía trabajar durante casi 10 años para adquirir un bulbo de tulipán exótico. Una tonelada de mantequilla valía 100 florines.

Un caso anecdótico fue el elevado y estrambótico precio pagado en 1635 por un bulbo de tulipán Semper Augustus (en la foto de abajo), cuando ese sólo bulbo se llegó a intercambiar por una lujosa mansión en el centro de Amsterdam. Otro de los bulbos Semper Augustus se vendió por 6000 florines.

En aquella época se publicaron cientos de catálogos de tulipanes. Tal era la euforia que se dejaron de cultivar muchos otros productos para sembrar tulipanes. Todo el mundo quería participar en este lucrativo negocio. Todas las clases sociales querían invertir en el negocio de los tulipanes, desde mercaderes, hasta artesanos y albañiles. La locura se había desatado. Entonces el mercado de los tulipanes entró en la bolsa de valores. Todavía nadie se percataba que los desorbitados precios no tenían sentido y que podía producirse una crisis de los tulipanes.

Cuenta Charles Mackay en su libro, que un marinero confundió un bulbo de Semper Augustus que había encontrado en su barco con una cebolla y lo cocinó junto a un pescado que le había regalado su mercader por traer la mercancía sana y salva. Este mercader había comprado el bulbo por 3000 florines. Al marinero le salió cara la “cebolla”. A causa de ello sufrió una condena en prisión de 6 meses.

NACIMIENTO DE LOS FUTUROS FINANCIEROS

Pronto, el negocio de los tulipanes dejó de ser un producto de temporada como el resto de los cultivos y pasó a negociarse durante todo el año. La floración de un tulipán desde su cultivo dura 7 años, lo que conllevaba muchos riesgos y no cuadraba con la euforia compradora de tulipanes que había en Holanda.

 ¿Cómo se podía negociar un producto de temporada durante todo el año? La solución fue comenzar a vender los bulbos de tulipán antes de que se hubieran recolectado. Negociándose el precio y la cantidad de compra antes de que los bulbos florecieran.

 Aunque suene muy descabellado, aquello fue el primer paso para la aparición de uno de los mercados más importantes en la actualidad, el mercado de los futuros financieros.

PINCHAZO DE LA BURBUJA DE LOS TULIPANES

En 1637 la burbuja estalló, el precio de los tulipanes empezó a caer en picado. Todo el mundo se quería deshacer de los bulbos de tulipán, provocando numerosas bancarrotas y el pánico en todo el país. La gran cantidad de contratos que no podían hacerse frente y la falta de garantías de este extraño mercado financiero llevaron a la economía holandesa a la quiebra.

Hace unos años el canal historia emitió una interesante documental sobre la crisis de los tulipanes, el cual explica de forma muy detallada y entretenida por qué, cómo y cuando se originó la crisis de los tulipanes.


Escrito por

dennis falvy

Economista de la Universidad Católica con un master en administración en la Universidad de Harvard; periodista en economía .


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