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ENTRE LA FALSA MATANZA EN SINGAPUR

Y LA ACTUAL CIERTA EN FILIPINAS: ¡ WATCH OUT¡

Publicado: 2016-12-13

POR: DENNIS FALVY  

Por años un artículo en la Internet señalaba que en Singapur se había liquidado a la delincuencia a sangre y fuego y vaya que el mismo se hizo muy popular. Sin embargo en marzo de este año, vino un aclare. Es decir una refutación del popular ‘artículo’ sobre la historia de Singapur a cargo de Lin Hongxuan;  quien es Magíster en Historia por la Universidad de Washington (Seattle) y Bachiller en Historia por la Universidad Nacional de Singapur. Actualmente está cursando estudios de Doctorado en la Universidad de Washington, donde se está especializando en el Islam y comunismo en el Sudeste Asiático, Islam y género, y colonialismo comparado. Este caballero señala entonces que:

En internet circula un esperpéntico artículo que arguye que gracias a la implementación de la pena de muerte en Singapur en 2004, dicho país pasó en cuestión de meses de ser un antro de perdición a no solo una ciudad libre de crimen, sino a tener parques limpios, universidades de nivel mundial y ciudadanos trilingües. En este post especial, el historiador singapurense Lin Hongxuan (Universidad Nacional de Singapur, Universidad de Washington) le enmienda la plana.

Recientemente, mi amigo y colega Jorge Bayona me mostró el artículo titulado Cómo Singapur resolvió el problema de la delincuencia. Soy un singapurense de nacimiento que ha estudiado en escuelas singapurenses, ha hecho servicio militar en las fuerzas armadas singapurense y ha trabajado en el sector público singapurense, y dicho artículo me pareció completamente absurdo.

Por lo general, el que cualquier artículo empiece con “Según datos…” pero que carezca del pie de página correspondiente es generalmente una señal de alarma clara y fuerte. Suele denotar que el autor no cuenta con una fuente confiable sobre la cual basar lo que está por decir. La afirmación de que Singapur antes de 1960 tenía una de las más altas tasas de criminalidad del mundo –¡debido a su proximidad a Malasia y China!– apesta a orientalismo. No solo es patentemente falso para el caso de Singapur, esta aseveración se basa en presunciones respecto de la rampante criminalidad de China y Malasia, que supuestamente se esparció por toda la región del Sudeste Asiático. Esta es una aseveración sin base; a fines de la década de 1950 China estaba en medio de la hambruna provocada por el Gran salto hacia adelante y no estaba en condiciones de ‘exportar’ criminalidad a Singapur (o a cualquier otra parte). El autor pasa a hacer otras aseveraciones respecto de la sociedad singapurense, según las cuales abundaba la “impunidad y los malos manejos del gobierno”, las mujeres estaban sujetas a violaciones y asesinatos durante las noches, y que la ciudad era una de las más sucias de Asia y sufría de constantes congestiones de tráfico. Todas estas aseveraciones carecen de sustento en la realidad, y constituyen el fantástico y distópico telón de fondo frente al cual el autor desea presentar su predilección por las (igualmente fantásticas) medidas legales draconianas que supuestamente ‘salvaron’ a Singapur.

Los errores factuales en este artículo son tan numerosos que no podría explicarlos todos, de manera que tendré que limitarme a resaltar los más descarados. Las políticas que según el autor fueron implementadas por Lee Hsien Loong después de 2004, tales como una política de tolerancia cero respecto de las drogas y la corrupción, en realidad habían sido implementadas desde hacía mucho antes. Su padre, Lee Kuan Yew, en coordinación con otros ministros del People’s Action Party (PAP) -sobre todo Goh Ken Swee y S. Rajaratnam- ya habían puesto esas bases durante las décadas de 1960 y 1970. En consecuencia, no hubo una asombrosa reducción en comportamiento criminal tras 2004, ya que la situación jamás fue distópica, ni se ha vuelto utópica desde entonces. Singapur disfruta desde hace ya muchas décadas de una tasa de criminalidad relativamente baja (y de tráfico ordenado) para una ciudad-estado de aproximadamente 5 millones de personas. De manera similar, la aseveración del autor de que había 500,000 prisioneros hace 12 años carece de todo fundamento –en 2000, la población carcelaria de Singapur apenas llegaba a 13,791. La aseveración del autor de que la población carcelaria fue reducida a tan solo 50 en seis meses es igual de absurda –el número de prisioneros jamás ha estado por debajo de 10,000 desde 2000, como podría esperarse de una ciudad de ese tamaño. Es verdad que Singapur ha implementado una política de tolerancia cero respecto de la corrupción, deshonrando públicamente a los políticos y funcionarios corruptos, y mandándolos a la cárcel,lo cual ha resultado en una esfera pública notablemente libre de corrupción. Sin embargo, jamás se ha aplicado la pena de muerte por corrupción (solo se aplica para la posesión de narcóticos), que es otra de las falsedades que el autor está intentando diseminar. Y hay muchas más. El autor presenta otras mentiras descaradas, medias-verdades y distorsiones a lo largo de todo su artículo con el fin de crear una falsa dicotomía entre una distopia pre-2004 y una utopía post-2004.

Singapur es realmente una ciudad-estado exitosa, con altos estándares educativos y crecimiento económico sostenido. Es verdad que implementa duras leyes anti-drogas y que no tolera corrupción por parte de sus funcionarios públicos o políticos. Sin embargo, el autor hace una falsa asociación entre leyes draconianas y una economía exitosa. El éxito de Singapur se debe tanto a su excelente liderazgo, sagaz planeamiento económico y la diligencia de sus ciudadanos como a los accidentes de la historia y geografía. Queda claro que su éxito no se debe a los abusos de las libertades civiles y la implementación implacable de la pena de muerte. Singapur también tiene problemas, particularmente respecto de la falta de libertad de prensa, la legislación que criminaliza la homosexualidad, la falta de límites a la detención, así como la pena de muerte obligatoria para crímenes de drogas. Todas estas son razones por las cuales Singapur podría, y debería, ser criticada. Sin embargo, atribuir el éxito de su economía o la mejora de sus instituciones académicas a la dureza de sus leyes es un intento descaradamente fraudulento del autor por utilizar a Singapur como justificación de su agenda política.

A mi parecer, este artículo nos dice mucho más sobre las aspiraciones y fantasías del autor que sobre Singapur, o de la relevancia para otras sociedades de su experiencia de construcción de nación. En lugar de darnos un cuadro objetivo de Singapur, el autor ha proyectado sus propios deseos -su propia imagen de una utopía lejana y desconocida- sobre Singapur, con el fin de justificar sus prescripciones preconcebidas para su propia sociedad. Este artículo es patentemente deshonesto a la hora de presentar hechos, y no puede ser citado de manera razonable como guía para cómo cualquier sociedad debería implementar la gobernabilidad.

SIN EMBARGO EN LAS FILIPINAS

Las cosas no son inventadas. Ya circula y en broma en el Internet y con mucha aceptación por lo que creen que todo se arregla a sangre y fuego, que el presidente le advierte a los narcos, a los metidos en el negocio de las drogas; que esta va a ser su última navidad. Y vaya que este señor ha sonado en el “mercado” pues ha señalado que los va a matar a todos, si ello es posible.

La BBC mundo, que es un blog serio y se documenta ; hace una semana ha hecho su documento. Esta campaña de Duterte es un ataque masivo a las comunidades más pobres de Filipinas", denunció la organización Kadamay.  La imagen que adjuntamos muestra a este personaje.

Y  se nos advierte que el pasado 30 de junio, Rodrigo Duterte se convirtió en el presidente número 16 de Filipinas, después de ganar las elecciones con una campaña basada en la promesa de acabar con el narcotráfico a través de una estrategia de mano dura.

"Todos ustedes que están en las drogas, ustedes hijos de puta, de verdad que voy a matarlos", dijo durante un discurso antes de las elecciones.

Y lo ha cumplido. En cuatro meses, o sea en 120 días de mandato, han muerto 2.700 personas en ejecuciones extrajudiciales en distintas ciudades del país asiático, según denuncias de organizaciones de derechos humanos. Así que la cosa no es como se pintaba en Singapur. Una leyenda urbana de un cazurro autor belicista, claramente desmentido . La campaña antidrogas de este presidente si ha ocasionado bajas humanas  en la práctica y muy significativas. La mayoría de ellas acusadas de ser traficantes de drogas o consumidores de alguna sustancia prohibida.

Y, claro, los familiares de las personas muertas afirman que sienten miedo de ser identificados por los comandos vigilantes en Filipinas.

Y cerca de 200 de esos cuerpos permanecen todavía en la morgue de Manila sin ser reclamados, problema que se repite en distintas ciudades del país, lo que prendió las alarmas por una inminente emergencia de salubridad.

"Muchos familiares temen que en el momento en que reclaman el cuerpo se van a convertir en nuevo objetivo de la policía o de los grupos de vigilantes", le dijo a BBC Mundo Gloria Orellana, directora de la organización Kadamay, que representa a las comunidades pobres de Manila.

El caso es que ya se señala, que la guerra contra las drogas en Filipinas ya lleva en su haber “oficialmente” 2.700 personas que han sido ejecutadas por la policía y comandos de vigilancia privada en tan sólo 4 meses de gobierno que lleva Rodrigo Duterte, quien anunció una guerra frontal contra los casi 1,8 millones de personas relacionadas con la droga en un país asiático que tiene 101 millones de habitantes.

Se señala que las familias afectadas por estos crímenes son gente de escasos recursos, que tienen mucho miedo y no tienen dinero. Esta campaña de Duterte es un ataque masivo a las comunidades más pobres de Filipinas", se promociona de parte de diversas ONG que defienden los derechos humanos.

De acuerdo con el informe presentado por el mandatario sobre su plan antidroga, Filipinas tiene 1,8 millones de personas que consumen algún tipo de sustancia prohibida en un país de 100 millones de habitantes.

"Duterte presentó a Filipinas como un 'narco-estado' para justificar su guerra antidrogas, pero hay poca evidencia de que eso sea así", explicó Amnistía Internacional.

La mayoría de las víctimas de la guerra contra las drogas en Filipinas son de escasos recursos.

Y citó un informe de Naciones Unidas que revela que el consumo de drogas en Filipinas per cápita está por debajo del promedio global.

Pero el miedo, de acuerdo a Orellana, se vivió especialmente este martes en el que se conmemoró la fiesta religiosa de Todos los Santos. Esta es una de las celebraciones más importantes en el país que profesa en su mayoría la fe católica.

"Miles de filipinos pobres no pudieron visitar a sus muertos en sus tumbas en el día de Todos los Santos como debía ser. Hay mucho miedo en las calles de Manila", explicó Orellana a BBC Mundo.

"Los cementerios, y en general, los barrios están rodeados de policías y la gente tiene la percepción de que ellos se están convirtiendo en informantes de los comandos de vigilantes privados", agregó.

El día de Todos los Santos se celebró este 1 de noviembre y la Iglesia católica del país asiático pidió respeto por la vida humana.

Otro de los problemas es el dinero: un entierro puede costar desde US$1.000 y también hay que pagar para sacar el cuerpo de las morgues municipales.

Tal es el caso de Ruth Janet Sombreo. Su esposo murió de varios disparos en una calle del centro de Manila a principios de octubre.

"Cuando fui a reclamar el cuerpo, nos dijeron que teníamos que pagar para sacarlo. Pero yo soy muy pobre, mi esposo era el que respondía por mí y mis tres hijos. Me tocó dejar el cuerpo ahí", le dijo Sombreo a la cadena de noticias Al Jazeera.

Durante la celebración religiosa, el arzobispo de la provincia de Jaro, Angel Lagdameo, condenó los asesinatos.

"De forma inequívoca nosotros declaramos que como iglesia no podemos aceptar los asesinatos extrajudiciales: la vida humana es sagrada", dijo en un comunicado entregado a la prensa.

Y lo más grave para Orellana y la gente que trabaja en Kadamay, es que existen denuncias de que entre los muertos hay personas que no tienen nada que ver con el mundo de las drogas.

"No tenemos los datos precisos, pero hay reportes de que niños, gente inocente y algunos transeúntes han caído bajo el intercambio de disparos en esta comunidades pobres", explicó.  

Pero Duterte, se ha vuelto muy popular. Pues mientras la ONU, los organismos de derechos humanos y hasta el Congreso de Estados Unidos -que este martes detuvo la venta de un cargamento de armas de forma indefinida por las miles de muertes ocurridas en los los últimos meses - han rechazado la política de Duterte, el apoyo popular al presidente dentro del país crece sin pausa.

De acuerdo a una encuesta realizada por la empresa Social Weather Station, el mandatario cuenta con una aprobación del 76%.

Además, la policía nacional del país señaló que la estrategia está dando resultados en el control de los índices de criminalidad

"Hay una reducción general de los crímenes de un 35%. Violaciones, robos, homicidios se han dejado cometer de forma considerable", dijo ante el Senado filipino el jefe de la policía nacional, Ronald Dela Rosa.

Rodrigo Duterte ha afirmado públicamente que: "Todos ustedes que están en las drogas, ustedes hijos de puta, de verdad que voy a matarlos".

Según el uniformado, en el mes de julio de 2015 se habían registrado 17.105 crímenes, mientras que en el mes de julio de este año -el último reportado- se cometieron 11.800.

Pero la campaña de aniquilamiento también ha causado una estampida de jóvenes hacia las cárceles filipinas, que se han entregado a las autoridades para evitar la condena de muerte en las calles, lo que ha ocasionado una saturación de las prisiones.

Para Orellana, ese es un síntoma de que las tácticas de Duterte no han solucionado nada, porque principalmente no han atacado la raíz de los problemas de la "epidemia de drogadicción" en Filipinas.

"En vez de luchar contra la pobreza, la falta de atención en salud, de fomentar opciones de empleo, Duterte eligió esta política de violencia y continuamos con los mismos problemas de antes sin resolver", concluyó Orellana.


MI COMENTARIO 

A mi entender , este conflicto filipino parece que  tiene para rato. Y, como siempre, diversas  ONG meten sus narices y claro también tergiversan los acontecimientos,señalando, por ejemplo,  que muere gente inocente, que todo sigue igual o peor, que se presta a vendettas y quieren de nuevo poner las cosas en su statu quo y que siga el crimen avanti. Un problema complicado de resolver, pero que me parece llega a extremos de ambas partes. Tal vez el aclare de Singapur ,que desdice eso de matar al por mayor y a sangre fría, sea la búsqueda del denominado justo medio, que parece ser que deberías ser la forma de luchar contra los flagelos. Pero tal parece que la guerra en Filipinas está declarada y vaya que va a durar. En el Perú vía recompensas se está metiendo a la cárcel a muchos indeseables. Pero mucha gente se pregunta si hay realmente  una “Política de Estado” pues el ministro Basombrio es atacado por un grupo de generales, en que un semanario tremendista los pone como héroes o víctimas , injustamente sacados de la organización y deja como un inútil al actual ministro del interior,a quien incluso califican de sociólogo y amigo de Rospigliosi. A esto de le suma la imagen de debilidad que exhibe el presidente que en reciente entrevista soslayo que no  le hacen caso en su bancada de apenas 17 miembros. Y se cree que unos cuantos irresponsables antifujimoristas lo presionan para que use de manera absurda un voto de confianza que lo han sacado de contexto, como si ello fuera un arma de "retaliation" Aunque es un semanario de poca circulación y credibilidad, el que ataca al ministerio del interior, el gobierno no responde y ello no parece adecuado, pues no se trata de canastas navideñas o tonterías de Wahtsapp que ello si ocupa horas en los medios que han instaurado los 2 escandaletes" por la lucha absurda de ratings que obviamente tiene su correlato en publicidad para ellos.Se dice que gran parte del apoyo al ministro Saavedra, es porque usa gran parte de su presupuesto para los medios amigos, lo que se suma a cantidades enormes de consultorías que si son d e menos de S/ 100,000 se dan a dedo.  Además la ministra de justicia Marisol Pérez Tello, que no ha ocultado su afán de ser candidata presidencial del ahora complicado partido del PPC, al cual ha renunciado del todo su líder ,  Raúl Castro, no dice aún cuál es esa política que se espera para morigerar el crimen organizado y el de las calles que azotan al país con extorsiones y robos. Hoy en la mañana un barrio residencial de Surco, amaneció con un atentado a un edificio en que un apartemento reició descargas de armameneto de guerra.Asimismo ha habido un auto incendiado. Y la gente no olvida que ha habido incendios en Larcomar y en Cantagallo. El que nuevamente la policía vaya a cuidar las entidades bancarias, sugiere que no hay un plan integral para combatir a esta nefasta delincuencia. No vaya ser que se llegue a extremos y “populares” como lo que acontece en Filipinas, un pais tan famoso  no sólo por la ocupación japonesa en la guerra sino por aquello de Douglas Mc Arthur con su “I Shall return “, Y, asimismo por la dictadura de Ferdinand Marcos y la irrupción de su esposa Imelda en el poder. Pero ello rebasa a lo que hemos tratado en este post, que nos llama poderosamente la atención y aquí pasa desapercibido y está sucediendo; es dcir popularidad a quien a sangre y fuego quiere resolver problemas complicados . Y ojo lo que es algo a tomar en cuenta, es que es “popular”. Y como aquí cada vez y sin control alguno, la agenda la ponen a través de irresponsables medios de comunicación con gente que sólo ve los numeritos y de mala gana lee ,sin entender, lo que son las fichas técnicas ;  las encuestadoras han agarrado amplio poder, pues nadie las controla.   Cuidadito que un loquito empiece a imitar al filipino y se vuelva popular. Hay que tener una política de estado al respecto , pues es también cierto que con leguleyadas, como las que pretende hacer Brasil con el caso Lava Jato, amnistiando a ladrones y lavadores de dinero; que aquí  se pasean como Pedro en su casa, opinan sobre el devenir político y hasta quieren participar en política , es de sentido común el entender , que si bien es cierto PPK exageró con lo que éramos una especie de narco estado en la campaña de la 2da vuelta ; pues los que manejan drogas andan por todos lados, según se dice. Y ello tiene todos los trazos de ser verdad, según se puede observar cotidianamente, con la enorme desinstitucionalización del país y el hecho que una enquistada burocracia, le haga imposible la vida a la mayoría de los ciudadanos que quieren hacer empresa o vivir en paz.  Y que una serie de desalmados opinólogos y los llenos de odio, están vendiendo que la calle,está por encima de la democracia. Y este gobierno tal parece que estuviera de acuerdo con ello. Y cuidadito que en la practica, tengan la razón.


Escrito por

dennis falvy

Economista de la Universidad Católica con un master en administración en la Universidad de Harvard; periodista en economía .


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