UN GENIO: ¿ DEL BIEN O DEL MAL?
JUZGUELO USTED MISMO
Por: Dennis Falvy
La BBC por intermedio de Tim Harford y Ben Crighton empiezan su artículo señalando que cómo químico, el alemán Fritz Haber y otro colega , le dieron y le quitaron la vida a miles de personas.
Hace 100 años dos químicos alemanes, Fritz Haber y Carl Bosch, encontraron una manera de utilizar el nitrógeno del aire para hacer amoníaco, con lo que se hacen los fertilizantes indispensables para la alta producción de cultivos.
Sin ellos casi la mitad de la población del mundo no estaría viva hoy.
Y por ello, ambos recibieron el Premio Nobel.
Pero el lugar de Haber en la historia es objeto de controversia pues también es considerado como el "padre de la guerra química" por su trabajo con el cloro y otros gases venenosos utilizados como armas devastadoras durante la Primera Guerra Mundial.
Además, el proceso Haber-Bosch que pareció una panacea cuando lo que apremiaba era alimentar a la población mundial, es altamente contaminante y la demanda actual de fertilizantes está creando una crisis de sostenibilidad ambiental.
NITRÓGENO VITAL
Las plantas necesitan nitrógeno para crecer; es uno de los cinco requerimientos básicos con el potasio, el fósforo, el agua y la luz del sol.
En el mundo natural, las plantas crecen, mueren y el nitrógeno que contienen regresa a la tierra para que nuevas plantas lo utilicen para crecer.
La agricultura se ha encargado de cortar ese ciclo; cultivamos las plantas, las consumimos y nada regresa a la tierra.
EN EL SIGLO XIX COMO ABONO.
Los primeros agricultores descubrieron varias maneras de sostener el rendimiento de sus cosechas restaurando el nitrógeno por medio de estiércol y otros abonos.
El oxalato de amonio, como el encontrado en el guano (excremento de aves marinas), o el nitrato de potasio, encontrado en el salitre, son ricos en nitrógeno que puede ser descompuesto y utilizado por las plantas.
Durante el siglo XIX, grandes reservas de guano y salitre, explotado en Sudamérica, fueron exportadas por el mundo para los cultivos.
A finales de ese siglo, los expertos empezaron a preocuparse por lo que sucedería si esas reservas se agotaran y no hubiera cómo restaurar el nitrógeno a la tierra.
La gran ironía es que el 78% del aire que respiramos es nitrógeno, el problema es que está en la forma de dos átomos entrelazados apretadamente que las plantas no pueden consumir.
"PAN DEL AIRE"
Lo que precisamente logró Fritz Haber fue transformar ese nitrógeno del aire para hacer amoníaco, para utilizarlo en la fabricación de fertilizantes que las plantas pueden utilizar para crecer.
La empresa química BASF le ofreció un lucrativo contrato para desarrollar el proceso y el ingeniero de la compañía, Carl Bosch, logró replicarlo a nivel industrial.
El proceso Haber-Bosch es tal vez el ejemplo más significativo de los que los economistas llaman el sustituto tecnológico: cuando se parece haber llegado a un límite físico, se encuentra la alternativa.
Durante la mayoría de la historia de la humanidad, si se necesitaba más comida para alimentar a la gente, se necesitaba más tierra. El problema es que la tierra es limitada.
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